Portugal pasó de la angustia a la gloria

Es el primer título en su historia y lo consiguió con un tanto de Eder a los 109 minutos, en un partido donde su arquero Rui Patricio fue la figura. Francia no tuvo contudencia aunque hubo dos remates de Gignac en los postes y lo pagó muy caro.

Un gran campeón. Portugal se quedó con la Eurocopa, a pesar de perder a Cristiano Ronaldo a los 25. Ganó en el alargue e hizo historia.

 Francia era el favorito, no solo por ser local, sino porque estaba jugando mejor que un Portugal, que dependía mucho de Cristiano Ronaldo y la estrella del Real Madrid solo duró 25 minutos, porque una patada de Dimitri Payet en la rodilla lo sacó de la cancha y hoy se sabrá por cuanto tiempo.

Sin su estrella, Portugal se refugió en su cancha y su gran figura fue su arquero Rui Patricio, que con sus atajadas mantuvo su arco en cero y le permitió a su equipo llegar al alargue. Sufrió tanto, que en el último minuto de adicional de los 90, Gignac le ganó a Pepe y remató dejando sin chances a Rui Patricio, pero la pelota rebotó en un poste.

En el tiempo suplementario, Francia bajó el ritmo y Portugal salió de su encierro. El partido se hizo más parejo, aunque Francia siempre fue más peligroso con Griezmann y Gignac, que había reemplazado a Giroud.

Portugal tuvo su minuto de gloria en el 109, primero con un tiro libre que Raphael Guerreiro que devolvió el travesaño y después con el remate de 25 metros de Eder, que se metió junto a un poste dejando sin chances a Lloris.

Eder dijo: "Cristiano Ronaldo me dijo que iba a marcar el tanto de la victoria. Como todo el equipo, me dio fuerza, energía y fue muy importante. Fue un gol trabajado por todo el equipo".

A partir de allí, la desesperación de Francia por empatar y la tranquilidad de Portugal hicieron el resto.

"Es cruel perder esta final así. Felicito a Portugal, son los nuevos campeones de Europa. Nosotros tuvimos nuestras oportunidades, con ese palo de Gignac en el descuento. Nos faltó acierto, nos faltó lucidez, faltó frescura", dijo el seleccionador francés, Didier Deschamps.

Portugal pasó de la angustia a la gloria, sin escalas.