También maquillan la caída de la actividad

Mientras que hace 24 meses se difundió el primer IPC maquillado (que había arrojado un 1,1%), desde octubre del año pasado los números del PBI y de la industria de las consultoras privadas (y también los datos sectoriales) difieren en más de cinco puntos porcentuales con los del INDEC.
Así, cuando los precios suben por encima de determinado nivel, el INDEC no los registra. Y cuando el PBI y la industria bajan por debajo de 0, tampoco. Eso es lo único que se puede sacar en limpio de la metodología puesta en práctica por el organismo dirigido por Ana María Edwin, a dos años de la intervención del instituto oficial de estadísticas.
Diferencias
Para el economista Gabriel Rubinstein, en octubre el EMAE tuvo un crecimiento nulo, en noviembre cayó un 6% y en diciembre se contrajo un 4%, siempre en la comparación con el mismo mes de 2007. Sin embargo, en ese mismo período el INDEC difundió que la economía creció un 5,2%, un 4,6% y un 7,4%, respectivamente. De esta manera, en el último mes de 2008 la diferencia entre el dato oficial y el de esta consultora privada difiere en más de 11 puntos porcentuales.
También para el estudio de Orlando Ferreres la economía se contrajo a fines de 2008: en noviembre cayó un 3,4% y en diciembre un 3,1%. «En este contexto nacional e internacional e internacional es muy probable que 2009 sea un año recesivo para la Argentina», sostiene un informe de esta consultora. Pero para Rubinstein, «la Argentina está en recesión desde octubre del año pasado».
Respecto de los datos de industria, si bien el EMI del INDEC arrojó un 0% en noviembre y un 2,4% en diciembre (en la comparación interanual), las estimaciones privadas muestran una situación diametralmente diferente. Para FIEL en ambos meses hubo caídas (del 8% y el 11,3%, respectivamente) y además vaticinan una retracción de al menos 10% para enero. Y según los registros de Orlando Ferreres, en el último mes se dio una baja del 8,6% en la actividad fabril y en noviembre del 8,7%.
A diferencia de la subestimación de los datos de inflación (que implicaban un «ahorro» para el Gobierno por los bonos indexados al CER), sobreestimar la actividad económica se traduce en mayores erogaciones, debido al pago del cupón PBI.
Pesimismo
Los pronósticos para este año de Rubinstein no son para nada alentadores. Con una caída del PBI del 2,8% y una inflación en torno al 18%, el escenario que se perfila es de estanflación. Ésta es la estimación que la mayoría de los economistas esbozan. Difieren un poco en los números, en un espectro que abarca un -4%, en la proyección más pesimista, a una expansión optimista de un 3% para la actividad económica. Es así que, en el mejor de los casos, hablan de un crecimiento sustancialmente menor al de los últimos años.
También los trabajadores del INDEC nucleados en ATE difundieron ayer un documento en el que ponen en duda las cifras de actividad económica del organismo oficial de estadísticas. «Las tasas asiáticas de crecimiento del PBI presentan algunas inconsistencias que no resisten el análisis más elemental», sostienen.