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Una “Carmen” tras los pasos de Antonio Gades
Gades creó esta versión escénica de "Carmen" en estrecha colaboración con el cineasta Carlos Saura casi en paralelo al rodaje de la película del mismo nombre, en la que ambos volvieron a asociarse creativamente luego del éxito de "Bodas de sangre". Tanto en el cine como en el teatro, Gades encarnó a Don José (el celoso amante de la protagonista) y además de crear una de las piezas cumbre de la danza española, logró otorgarle a la indomable gitana que retrató Mérimée una mayor autenticidad. "A Carmen se la llevó Merimée a Francia, pero nosotros la hemos vuelto a traer a España", solía ufanarse el bailarín y coreógrafo.
Dialogamos con la actual directora artística de la compañía, la bailarina y coreógrafa Stella Arauzo, quien además interpretó el papel de Carmen en varias ocasiones.
Periodista: ¿Esta versión es idéntica a la original?
Stella Arauzo: Hicimos un trabajo exhaustivo de dvd, complementado con mis recuerdos. Yo empecé con Gades en 1981. Luego, continué con sus enseñanzas y con su forma de entender el teatro, procurando inculcar su filosofía, su ética y su estética. Los artistas que interpretan hoy en día espectáculos suyos como "Bodas de sangre", "Suite flamenca", "Fuenteovejuna" o "Fuego", evidentemente, tendrán su alma y su personalidad, pero todos dentro del mismo concepto.
P.: Él apartó a Carmen del estereotipo de mujer ligera y "comehombres" y valoró sus ansias de libertad. ¿Cuál es su visión del personaje?
S.A.: Siempre la vi como un animal de muchísimos matices. Sólo es fiel a su propia libertad y desde ahí vive al máximo su sensualidad, su pasión por la vida, su alegría y su tragedia. Carmen es muchas mujeres en una.
P.: ¿Sigue siendo una incomprendida o, a partir de la emancipación femenina, hoy lo es menos?
S.A.: Depende del lugar donde nos encontremos, tendremos una faceta de Carmen. Ahora es un momento de mucha reivindicación y de lucha, pero sólo una pequeña parte de la población femenina consigue cada día un puesto de mayor igualdad con respecto a los hombres. Todavía les queda mucho por recorrer a las mujeres fuertes y valientes. Yo espero que haya más mujeres cercanas a esta Carmen, que Gades siempre admiró tanto.
P.: Pero a Don José lo presentó como un burgués que vive el amor según el concepto de propiedad privada. ¿Qué opina de esta lectura política?
S.A.: Yo lo veo más como un pobre diablo que enloquece por amor. Incluso en el final es su propia cobardía ante el miedo de perder a Carmen, ya enamorada del torero, lo que le lleva a cometer el asesinato, que a la vez interpreto como su propio suicidio.
P.: ¿La puesta tiene una impronta cinematográfica?
S.A.: Sí, hay una visión muy cinematográfica en las escenas, como si las viéramos a través del objetivo de una cámara. La ficción del ensayo de una compañía y la realidad de la historia de amor que arrastra a sus protagonistas, conviven perfectamente y están más integradas que en la película de Saura. Es toda una genialidad la forma en que se entra en cada escena, en cada clímax.
P.: Se ha dicho que Carmen es un Don Juan femenino...
S.A.: Yo no lo veo así. Para mí, Carmen es un animal en busca de su libertad. En cambio, creo que Don Juan es un gran prisionero de sí mismo y de sus instintos. La figura de Carmen representó para Gades la lucha de la mujer por conseguir su libertad frente a lo establecido.
Entrevista de Patricia Espinosa
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