Kate Moss fue finalmente interrogada ayer por la policía británica sobre su presunto consumo de cocaína y no fue detenida, según anunció la misma Scotland Yard La modelo dejó la sede policial por la puerta trasera, y subió a un Mercedes que la esperaba. Así termina, al parecer, el escándalo que envolvió a Moss tras la publicación de unas fotos en las que se la veía aspirando cocaína, junto a su ex novio, el rockero Pete Doherty (preso, el sí, por posesión de heroína). El escándalo pasó factura a la supermodelo que se vio privada de multimillonarios contratos de publicidad, pero tras un período de «desintoxicación» en EE.UU, su carrera volvió a despegar.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Dejá tu comentario