22 de julio 2022 - 00:01

Martín Slipak: “El off es el motor más grande de nuestro teatro”

El actor lleva a escena, en Espacio Callejón, “La ilusión del rubio”, de Santiago San Paulo, que ganó el concurso organizado por el Cervantes.

Slipak. “Hay una búsqueda imparable y profunda en nuestro teatro”

Slipak. “Hay una búsqueda imparable y profunda en nuestro teatro”

“El off es el motor más grande del teatro, más allá del comercial que también es fuerte, los grandes paradigmas hoy salen del independiente”, dice Martín Slipak, quien encarna el unipersonal “La ilusión del rubio”, de Santiago San Paulo, quien ganó el Concurso Nuestro Teatro que se realizó en el Teatro Nacional Cervantes en pandemia. La obra se estrenó online y luego tuvo sus funciones en la explanada del teatro con dirección de Gastón Marioni. Se repuso en Espacio Callejón donde puede verse los miércoles a las 20.30. Se trata de un relato testimonial que se ocupa del caso policial, aún sin sentencia, sobre la desaparición de Facundo Rivera Alegre en Córdoba en febrero de 2012, cuando salió de un baile de cuarteto y no volvió.. Dialogamos con Slipak.

Periodista: ¿Qué le atrajo de esta obra para querer formar parte?

Martín Slipak: En mi primer lugar que se trataba de un unipersonal, algo que nunca había hecho y me tentaba, pero también me atemorizaba. Me convocaron del Cervantes en pandemia para interpretarlo en la enorme sala María Guerrero y, cuando me enfrenté a este texto tan particular, me interesó que fuera una denuncia sobre una herida abierta, porque el caso aún no está resuelto: un desaparecido en democracia, algo atroz, y la búsqueda de justicia. La obra además propone mucho juego, habla de lo teatral dentro de la obra y se hace preguntas en relación a la representación. Cuando me ofrecieron el proyecto me resultó raro pensar en una obra hecha para ser filmada antes que para el público, pero así fue la cuarentena. Luego se viralizó en Youtube y se eligieron algunas para hacer en la explanada de la Biblioteca Nacional. La primera vez que la hice con público fue fuerte, además estuvo presente la mamá de Facundo.

P.: ¿Qué hipótesis sostiene la obra sobre el caso?

M.S.: Habla de la implicación de la policía en el encubrimiento y del poder político de Córdoba. Según la familia no se quiso investigar y se acusó a unos pibes que, para la familia, no tienen nada que ver. La obra es muy directa en relación a eso, pero además rescata toda otra zona de la vida de Facundo en relación a la felicidad, más allá del pibe excluido, maltratado, sin privilegios y señalado por la policía. A él le gustaba escribir, cantar, dibujar, disfrutaba de sus amigos y familia, con lo que la obra va a un juego del personaje. Quiero decir, más allá de lo terrible, me permite jugar, y eso es bueno. La obra además se anima a hablar del mundo del cuarteto, las drogas, se mete de lleno en cuestiones que otros espectáculos no. Se habla de frente.

P.: ¿Qué papel juega la madre en la obra y cómo tomó este trabajo sobre la historia de su hijo?

M.S.: El texto nace del vínculo entre el autor y Viviana, luego de acercarse a esa lucha y comenzar escribiendo ejercicios de escenas para representar en algunos lugares. Lo primero que hicimos con el director, antes de empezar a ensayar, fue tener un zoom con Viviana para escucharla y entenderla a la hora de tomar la voz de su hijo. Hay que ser cuidadosos con eso. Más allá de que yo le doy mi cariz de interpretación, lectura e impronta, no dejo de tomar prestada una voz que no me pertenece y una historia que es más dura que la mía.

P.: ¿Cómo ve la escena teatral actual?

M.S.: Me sigo admirando de la cantidad de lenguajes que se ponen en juego en la escena argentina y en Buenos Aires. Hay algo más allá de la crisis e imposibilidades, hay una búsqueda imparable dentro del ambiente teatral, sobre todo el independiente. Es nutritivo el teatro que se hace, cada vez que viajo al exterior quiero ver teatro en otros lados pero nunca equivale a la cantidad de capas, contradicciones, ironías y subtextos que tiene el teatro argentino. No soy nacionalista, es una observación objetiva, que los creadores y actores argentinos tienen algo muy profundo con muchas líneas atravesadas a la vez, están llenos de capas y preguntas que conviven. Tan complejo como nuestra sociedad, de esa complicación nace el juego, que la convierte en pregunta y en arte.

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