Elon Musk, quien hasta hace poco lideró el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), criticó duramente la nueva reforma fiscal impulsada por el presidente Donald Trump, una norma que extiende los recortes de impuestos aprobados en 2017 a cambio de fuertes reducciones en el gasto social. El empresario cuestionó los efectos económicos de la ley y lamentó que debilite los esfuerzos del equipo que él mismo encabezó.
Elon Musk cuestionó el plan fiscal de Donald Trump en EEUU: "Estoy decepcionado"
El CEO de Space X, Tesla y X afirmó que la medida no reduce el déficit fiscal. También argumentó que altera el trabajo del Departamento de Eficiencia Gubernamental.
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Elon Musk criticó las políticas fiscales de Donald Trump.
“Me ha decepcionado ver el enorme proyecto de ley de gasto, francamente, que aumenta el déficit presupuestario, no solo lo reduce, y socava el trabajo que está haciendo el equipo de DOGE”, declaró Musk en un adelanto de una entrevista que se emitirá completa el fin de semana. La crítica se conoció el mismo día en que un cohete de SpaceX sufrió una nueva falla durante una prueba de vuelo, el tercer revés consecutivo para su empresa aeroespacial.
La Casa Blanca celebró la aprobación del proyecto, al que el propio Trump calificó como una “gran y hermosa ley”. Según el Gobierno, la medida generará empleo y dinamizará la economía, aunque los expertos coinciden en que incrementará el déficit fiscal y ampliará la deuda pública, que ya supera los u$s36 billones.
La aprobación de la ley impulsada por Donald Trump
La nueva legislación fue aprobada por un estrecho margen en la Cámara de Representantes, con 215 votos a favor y 214 en contra. Sin embargo, aún debe atravesar el debate en el Senado, donde también hay dudas. Todos los demócratas y dos republicanos, Thomas Massie de Kentucky y Warren Davidson de Ohio, votaron en contra. Incluso el presidente del Caucus de la Libertad, Andy Harris, se abstuvo con un voto “presente”.
La medida apunta a reducir en aproximadamente u$s1,5 billones los gastos del Estado, al tiempo que prorroga recortes tributarios destinados principalmente a las capas más altas de la población y a grandes empresas. Pero la propia Oficina de Presupuesto del Congreso proyectó que la reforma provocará un aumento del déficit de u$s3,8 billones para 2034, un dato que incluso algunos sectores del oficialismo reconocen como inevitable.
La salida de Elon Musk del DOGE
Desde su salida de la gestión pública, Elon Musk había prometido enfocarse nuevamente en sus negocios, especialmente en Tesla, cuya rentabilidad cayó en el primer trimestre de 2025. Durante una conferencia con accionistas a fines de abril, el empresario anticipó su retiro: “Probablemente a partir del próximo mes, en mayo, mi tiempo dedicado a DOGE disminuirá significativamente”.
No obstante, sus declaraciones recientes muestran que aún sigue comprometido con el legado de esa oficina, creada por él mismo al asumir un rol central en la administración. A través del DOGE, Musk impulsó despidos masivos de empleados públicos, cerró agencias federales y promovió la eliminación de programas sociales, argumentando una lucha contra el despilfarro y el abuso de recursos estatales.
En su intervención televisiva, Musk también lanzó un mensaje irónico dirigido al eslogan del presidente: “Una ley puede ser grande o puede ser hermosa, pero no sé si puede ser ambas cosas. Es mi opinión personal”. La frase, cargada de sarcasmo, buscó socavar uno de los principales pilares del discurso económico de Trump.
Qué es el DOGE
El DOGE funcionó como un instrumento de concentración de poder dentro del Ejecutivo. Aunque su misión oficial fue reducir el déficit, también accedió a bases de datos fiscales y a información confidencial de los contribuyentes, lo que provocó numerosas críticas. Su estructura estuvo formada en gran parte por jóvenes sin experiencia en la gestión pública, muchos de ellos provenientes de empresas vinculadas a Musk.
El anuncio oficial del proyecto incluyó una campaña de comunicación para destacar sus supuestos beneficios. Sin embargo, el clima en Washington se ha tensado por la creciente preocupación sobre la sostenibilidad fiscal. El Departamento del Tesoro informó que en el ejercicio fiscal 2025, el Gobierno gastó u$S1,05 billones más de lo que recaudó.
La decisión de Trump de continuar con los recortes impositivos de 2017, que estaban por expirar, se dio tras semanas de presión sobre legisladores, quienes recibieron llamados personales y advertencias del propio mandatario y del entorno del movimiento MAGA. Pese a ello, el respaldo fue frágil y varias figuras reconocieron en privado que la ley agravará el problema fiscal.
Musk, desde su nueva posición, parece decidido a marcar distancia. Aunque ya no dirige el DOGE, su voz continúa siendo influyente. Y su descontento público representa una señal de alerta para una administración que apostó a consolidar poder y reducir el Estado sin atender las consecuencias económicas de largo plazo.
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