3 de julio 2006 - 00:00

Lucha política por el reparto de la riqueza

Santa Cruz de la Sierra (AFP, EFE, LF) - El rico departamento (provincia) de Santa Cruz fue pionero en la lucha por las autonomías regionales, un intento que supone reformar el carácter unitario del Estado boliviano y que le permitiría transformarse en una isla de prosperidad en el país más pobre de Sudamérica.

Santa Cruz, que aporta 30% del PBI nacional, aspira a elegir a sus propias autoridades y administrar localmente más de la mitad de los recursos tributarios que genera.

En su extenso territorio, distante unos 900 kilómetros al este de La Paz, habita cerca de 25% de los 9 millones de bolivianos y operan unas 1.600 empresas que producen más de 4.500 millones de dólares al año, según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio (CAINCO).

En conjunto, los empresarios cruceños aportan 48% de todos los impuestos que recauda el fisco boliviano, de acuerdo con CAINCO.

Esa prosperidad, basada en la agroindustria y en los hidrocarburos, hace que en Santa Cruz se viva una realidad muy distinta de la del resto de Bolivia, pues sus índices de pobreza son menores (38% contra 60% a nivel nacional) y tiene una poderosa e influyente clase alta formada por empresarios agropecuarios y terratenientes. Por eso, los 4x4 abundan en las estrechas calles de la cuidad y el comercio da cabida a las mejores marcas internacionales. Los bancos operan a toda máquina y el negocio periodístico es próspero, con casi una decena de canales de televisión local e igual número de diarios y revistas.

Las diferencias económicas han acentuado, no obstante, la histórica rivalidad entre los nacidos en estas tierras planas y amazónicas -conocidos como «cambas»-, y los del occidente andino, donde se encuentra La Paz. El enfrentamiento étnico ha alimentado en Santa Cruz a grupos ultras como Nación Camba, cuyos dirigentes afirman contar con unos 20.000 militantes, que declaran odiar a los indios e impulsan abiertamente la independencia. Su discurso ha prendido especialmente entre los jóvenes cruceños, aunque no cuenta con el respaldo de los líderes del movimiento autonomista.

«Nosotros siempre hemos estado pegados al marco constitucional y legal. Nunca hemos promovido la violencia», dijo Germán Antelo, presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, la organización que en los últimos dos años ha impulsado la autonomía, un reclamo que se trasladó luego a otros departamentos ricos como Beni ( Nordeste), Pando (Norte) y Tarija (Sur).

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