Arrancó este martes un nuevo capítulo del conflicto entre la Asociación Bancaria y el Banco Santander. El gremio que lidera Sergio Palazzo dispuso asambleas en las últimas dos horas de atención al público en todas las sucursales del país, tras denunciar un proceso que ya habría impactado en más de 1.500 empleados entre retiros “voluntarios” inducidos y despidos directos.
Banco Santander: asambleas y tensión por retiros y recortes laborales
La Bancaria lanzó un plan de lucha con asambleas en todo el país. Acusan al banco de forzar retiros y avanzar con cesantías sin causa. Si no hay respuesta, anticipan medidas más duras y una marcha a la embajada de España.
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El gremio denuncia que más de 1.500 empleados fueron afectados por el recorte.
“Presionan para que firmen la desvinculación, o los despiden por telegrama”, advirtieron desde el sindicato. Según La Bancaria, la entidad controlada por su casa matriz en España está aplicando un esquema de “reconversión laboral” que en los hechos se traduce en ajustes de personal y recortes de derechos.
En ese marco, Palazzo apuntó contra la estrategia del banco, al sostener que busca “marcarle la cancha a toda la actividad financiera y debilitar la organización sindical”. Y lanzó un mensaje directo a la administración española del grupo: “Queremos que allá también sepan lo que está ocurriendo con los trabajadores argentinos”.
El plan de lucha contempla un cronograma progresivo. Para el próximo martes 15 de julio están previstas asambleas de tres horas, mientras que el jueves 17 habrá una movilización masiva a la embajada de España en Buenos Aires. El sindicato no descarta endurecer el conflicto con paros totales si no hay señales de diálogo.
Desde La Bancaria afirman que el Santander “ignora los reclamos locales y avanza con un modelo de achique, bajo el discurso de modernizar al personal”. Incluso contrastaron los dichos de la presidenta global del banco, Ana Botín, quien habla de “ayudar a las personas a progresar”, con la realidad argentina: “Acá eso no pasa, acá se traduce en aprietes y despidos”, sostienen.
Protestas en sucursales
La tensión ya se hizo sentir en distintas provincias. En Mar del Plata, por ejemplo, se realizaron protestas y reuniones informativas en sucursales, aunque sin paralizar por completo la atención. La secretaria general de la seccional Buenos Aires, Alejandra Estoup, reveló las dificultades para sentarse a negociar: “Cuando logramos una reunión, lo primero que hacen es mostrar el listado de despedidos. Así no hay posibilidad de acuerdo”.
Palazzo advirtió que el sector atraviesa un momento “muy difícil, con bancos que se sienten envalentonados por el contexto político y avanzan sin límites”. Y dejó en claro que la Bancaria no dará marcha atrás: “No nos quebró ningún gobierno. Esta no va a ser la excepción: vamos a defender a cada compañero con firmeza y dentro de la ley”.
Mientras tanto, el conflicto en el Santander ya comienza a permear al resto del sistema financiero, en un escenario donde los gremios temen que este modelo de ajustes se replique en otras entidades. La próxima semana será clave para definir si el diálogo logra destrabar la escalada o si se avecina un paro general en el sector.
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