El mercado de crédito de corto plazo viene sufriendo sobresaltos desde septiembre y la Reserva Federal está usando toda su artillería para contener la situación.
En las últimas semanas, la bolsa de los Estados Unidos no ha parado de subir. Pero, ¿es sostenible? Mucho para perder y poco para ganar con la estrategia de esperar que siga subiendo.
Los ojos del mundo están puestos sobre Chile y Bolivia y Ecuador, con una crisis social y política que hace mucho tiempo no se veía. Pero lo que está pasando en Brasil puede tener un impacto muy grande en el precio de los bonos.
Muchos de los que fueron golpeados después de las PASO ahora están confiados en sus bonos e incluso hay quienes quieren comprar porque "están baratos". El problema es que quienes hoy piensan que es buen negocio, no entienden el riesgo que están tomando.
Existe a nivel global una burbuja crediticia, generada como consecuencia de una década de tasas de interés en cero. Sin embargo, esta vez estamos muy cerca de ver el estallido de esa burbuja.
Hoy el sistema financiero en dólares es mucho más sólido de lo que era en el 2001. Y aunque no está completamente blindado, la probabilidad de un corralito hoy es más baja que la probabilidad que imperaba en aquel entonces.
Muchos inversores están convencidos que, más allá de la masacre de los bonos argentinos de las últimas semanas, lo más seguro ahora es mantenerlos. Incluso aseguran que al hacerlo están haciendo un buen negocio.
El BCRA podría perder de un plumazo una parte importante de las balas que tenía para mantener al dólar a raya. Esto se va a traducir casi con certeza en dólar más alto. ¿Cuánto? Imposible de saber. Pero todo hace pensar que el mayorista estará por encima de los $62.