19 de enero 2023 - 00:00

Tangalanga según una comedia blanca y muy entretenida

tangalanga. Martín Piroyansky en el papel protagónico.
tangalanga. Martín Piroyansky en el papel protagónico.

Esta original comedia argentinísima es una biopic de un personaje de culto irrepetible, el rey de la cargada, el Dr. Tangalanga. El hombre que sostenía bromas telefónicas absurdas y muchas veces insultantes hasta la enajenación de la víctima. Tenía un talento único para engranar al blanco de su llamado con salidas inesperadas y un astuto sentido de lo dramático, así que su odisea burlona no se sostenía solo a fuerza de blasfemias. Lo interesante es que más que un intento de biografía de Julio de Rissio, el hombre real detrás de su alter ego Tangalanga, la película de Mateo Bendesky es una excusa divertida para soñar con una Buenos Aires vintage que por momentos surge de una genuina ambientación de época y que en otras escenas es un atractivo espejismo de un país que nunca existió, pero que se refleja en detalles de mucho cine argentino clásico o kitsch, o ambos al mismo tiempo.

El clímax de este viaje en el tiempo y la mente está en la primera mitad de la película, cuando Tangalanga aún no existe y en cambio De Rissio (llamado Jorge Rizzi en la ficción) tiene una timidez patológica que lo hace tartamudear y no emitir palabra cuando debe hablar. Y la torpeza oral se acrecienta cuando conoce a la chica de la película, Julieta Zylberberg. Pero la sesión a la que se somete con el gran Tarufa (un divertido Silvio Soldán apenas distorsionado) provoca una división de personalidad en el protagonista, y este otro yo del Doctor Merengue es el que termina divirtiéndose y divirtiendo a todo el mundo con el teléfono.

El director cuida mucho al personaje de Tangalanga (interpretado por Martín Piroyansky), al punto que domina toda la película apareciendo muy poco, y ese es un gran logro actoral y de un guion que aprovecha las posibilidades de la comedia de doble personalidad al estilo Jerry Lewis. También lo apoya un elenco sin fisuras, donde hay buenas escenas para todos, en especial para Luis Machín y Luis Rubio.

Las bromas telefónicas recién empiezan a aparecer en la segunda mitad, cuando el personaje se transforma. El libro juega con la parte mas naif de Tangalanga, y también con sus aportes más lunáticos del estilo del placard que tiene neblina interno, y deja de lado el aspecto salvaje del bromista, que finalmente fue el que lo hizo famoso con sus casetes ya mas profesionalizados. Aquí el lenguaje del Doctor es más cauto, lo que quizá podría decepcionar a sus fans mas acérrimos. Pero esta no es una biopic exacta sino una recreación divertida y que hasta incluye una trama romántica. Es un film que se ve con una sonrisa permanente que a veces explota en carcajada, lo que siempre es bienvenido. Y todo lo que tiene que ver con la dirección de arte, la fotografía y muy especialmente la banda sonora no tiene desperdicio.

“El Método Tangalanga” (Argentina, 2022). Dir.: M. Bendesky. Int.: M. Piroyansky, S. Soldán, J. Zylbelberg.

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