El sector lechero entra en zona de presión por precios internacionales en caída y menor poder de compra local

Las industrias alertan por caída en la rentabilidad y advierten que la situación podría empeorar en los próximos meses.

El mercado interno está estancado y las exportaciones no logran compensar la caída productiva, según advierten industriales y tamberos.

El sector lechero transita el cierre del año con señales claras de enfriamiento como precios internacionales en baja, costos que siguen subiendo, poder de compra que retrocede y un ajuste a la baja en el precio que recibirá el productor desde enero.

La corrección aplica en un momento en que la leche en polvo entera, principal producto de exportación del país, volvió a valores similares a los de setiembre de 2023, según los últimos registros del Global Dairy Trade (GDT).

En este escenario, Conaprole confirmó que reducirá en 10 puntos la bonificación estacional: del 25% actual pasará a 15% desde enero de 2026. El movimiento implica una baja equivalente a 1 peso por litro, aproximadamente un 6% del precio vigente, y se aplicará únicamente a partir del próximo año. Noviembre y diciembre mantienen sus valores sin cambios.

El ajuste responde a la fuerte caída internacional. En la última licitación del GDT, el precio de la leche en polvo entera retrocedió 2,4%, hasta 3.364 dólares por tonelada, acumulando un descenso de más de 20% desde el pico registrado en mayo. La gráfica del GDT muestra claramente el recorrido: de máximos por encima de 4.200 dólares por tonelada en abril y mayo, el mercado se deslizó hacia un piso cercano a los 3.300 dólares por tonelada, presionando ingresos de toda la región exportadora.

Poder de compra en retroceso

El deterioro externo coincide con un ajuste interno: de acuerdo con el Instituto Nacional de la Leche (Inale), el Índice de Poder de Compra de la Leche (marzo 2024 = 100) cerró octubre en 100 puntos, un 2% menos que en setiembre y su menor nivel desde enero. Aunque está todavía 11% por encima del mismo mes de 2023, la tendencia reciente es negativa: los costos subieron 0,6% en el mes, mientras que el precio al productor aumentó 1% en pesos pero cayó 1,2% en dólares.

El descenso de 6% que aplicará Conaprole desde enero probablemente provoque un nuevo retroceso en el índice en el arranque de 2026. Inale también muestra otra señal relevante: en la serie 2023-2025, el poder de compra de este trimestre es el más bajo del año, tras una brusca caída entre agosto y setiembre.

La cooperativa enfrenta el doble desafío de sostener precios al productor y manejar un mercado global debilitado. En diálogo con La Lechera, el presidente de Conaprole, Gabriel Fernández, explicó la estrategia: "Vamos a intentar dar un precio con horizonte, siempre que no haya cambios significativos en las condiciones". Aunque evitó precisar plazos, apuntó a mantener cierta previsibilidad para los remitentes si el escenario no se deteriora aún más.

El análisis del ejercicio 2024-25 dejó algunos números importantes. Conaprole superó por segunda vez los 1.000 millones de dólares de facturación sin consolidar, alcanzando unos 1.050 millones de dólares, y más de 1.300 millones de dólares considerando todo el grupo. Las ganancias del ejercicio, 11,6 millones de dólares, ya fueron volcadas a la prima de agosto y setiembre.

Mercados fríos y productos trancados

Respecto al contexto internacional, Fernández sostuvo: "La demanda está; no es una demanda avasallante, pero está a estos niveles de precios que se ven en los remates. Estamos más o menos en el piso de los precios, pero hay que ver qué pasa en la vida real".

También detalló que la manteca y los quesos "están un poco trancados", reflejando la misma señal de desaceleración que muestran los precios globales. Brasil, tradicional comprador, tampoco ha tenido un rol fuerte en los últimos meses. En paralelo, adelantó expectativas en nuevos mercados y dijo: "Indonesia y el Transpacífico pueden significar un cambio muy significativo en los mercados para nuestros lácteos".

Una primavera tensionada por la conflictividad

La zafra también estuvo marcada por problemas de procesamiento derivados de la conflictividad sindical. Si bien había capacidad industrial suficiente, Fernández dijo que Conaprole estuvo "con el agua al cuello" porque "no pasó un día de la primavera sin circunstancias que generaran una disminución significativa de la producción" por paros y asambleas. "Conaprole es un empleador de excelencia y no puede tener este nivel de conflictividad", sentenció.

Aun así, aclaró que la cooperativa seguirá recibiendo nuevos productores. "Desde el punto de vista del negocio, hoy no es buen negocio tomar más leche, pero la cooperativa va a seguir recibiendo productores", sostuvo.

Un cierre de año con señales claras

Entre la caída de la leche en polvo, el retroceso del poder de compra, mayores costos y el ajuste interno del precio, la lechería uruguaya encara un 2026 desafiante. Los datos de la GDT y de Inale anticipan un arranque de año ajustado, con indicadores que hoy se sitúan en sus niveles más bajos desde comienzos del ciclo.

La apuesta de la cooperativa es dar previsibilidad sin comprometer su equilibrio financiero: "No vamos a anunciar un ajuste sin contar con todos los datos", dijo Fernández, y reafirmó el objetivo de sostener un valor que pueda mantenerse "si no hubiera cambios importantes".