7 de abril 2005 - 00:00

Interna PJ presiona ya a intendentes

Los intendentes son los más indecisos porque se encuentran entre la espada y la pared: no quieren perder poder territorial, y para poder afirmar su gestión de gobierno, necesitan del apoyo provincial y nacional, por ende precisan mantener la relación intacta con Felipe Solá y, por otro lado, están unidos al cordón umbilical del duhaldismo en la interna del justicialismo que los aferra a esa postura.A los «indecisos» se les suman los intendentes definidos por ambos lados: el felipismo cuenta con Alberto Balestrini (La Matanza), Julio Alak (La Plata) y Marcelo Coronel (General Rodríguez) como los de mayor peso a la hora de los votos, mientras que el duhaldismo cierra filas con la conducción del Consejo Justicialista y la presencia de Baldomero «Cacho» Alvarez (Avellaneda), Jorge Rossi (Lomas de Zamora), Sergio Villordo (Quilmes), Manolo Quindimil (Lanús), Osvaldo Amieiro (San Fernando), Julio Pereyra (Florencio Varela) y Hugo Curto (Tres de Febrero).
Juega en el medio la idea del Presidente de fortalecer la candidatura de
Cristina de Kirchner provocando más incertidumbre y abre el abanico en tres puntas: Kirchner, Solá y Duhalde.
En este exceso de definiciones, fundamentalmente sobre municipios del interior, dirigentes políticos se quejan de cómo se manejan programas y asistencias políticas por fuera de los municipios que no adhieren a la postura política del gobernador.
Chacabuco es un caso emblemático de la provincia, donde a raíz del enfrentamiento político entre el hombre fuerte de la provincia
Florencio Randazzo y su «archirrival» diputado provincial Julián Domínguez, ambos de la misma sección electoral, se ha visto postergado de asistencia provincial. El caso se estiró también al Hospital Provincial de Junín, donde el director del nosocomio, Juan Quadrelli, aliado a Julián Domínguez, debió resignar una buena gestión por dicho enfrentamiento político.
Algunos legisladores señalan que a partir de esta decisión la política sanitaria de la región quedó en manos de un sindicalista ligado a
Randazzo. Tanto Chacabuco, como Lincoln y Ameghino son algunos de los ejemplos donde por su diferencia política en la interna justicialista sufren la discriminación del gobierno provincial y se ven a su vez invadidos por asistencias brindadas por afuera de los municipios.
En el conurbano, el cacique de Lanús,
Manuel Quindimil, y «Cacho» Alvarez, intendente de Avellaneda, son quienes más hacen sentir su oposición al gobierno provincial. Manuel Rodríguez, intendente de Almirante Brown, ligado al diputado nacional Jorge Villaverde, uno de los referentes más importantes de la recientemente lanzada agrupación Lealtad, señaló que «por el momento no puede decir que la relación con el gobierno se haya resquebrajado.
 Grupo Olavarría
Este avance señalado y criticado con dureza por funcionarios del interior de la provincia del gobierno en cuanto a asistencia de programas o nombramientos en distintas reparticiones, como Rentas, Hospitales o Registros Civiles, no solamente se da en distritos justicialistas opositores al gobernador, sino también en distritos radicales. No obstante, vale la pena aclarar que los radicales disidentes del denominado
Grupo Olavarría, entre los que se encuentran Vicente López, San Isidro, Olavarría, Junín y Pergamino entre otros, gozan de ciertos beneficios impulsados por la virtuosa capacidad negociadora del intendente radical de Junín, Mario Meoni.
Aunque se descarta una alianza política entre dicho grupo y el felipismo para las elecciones, existe una especie de mutuo acuerdo entre las partes de acompañar al gobernador en la Legislatura con las leyes que necesite para su normal desarrollo de la gestión de gobierno y por otro lado recibir de la provincia toda la asistencia posible en cuanto a obras y programas sociales.

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