Todavía no se definieron los parámetros de como se jugará Vélez-San Lorenzo.
Cuando salió el fixture a mediados de años, era previsible que en la última fecha podía haber problemas si San Lorenzo y Vélez llegaban con posibilidades de dar la vuelta olímpica. A trece días del partido que puede definir al campeón del torneo Inicial, los dos equipos llegan con claras chances de levantar la copa y la polémica por el marco en el cual se debe disputar el partido crece minuto a minuto.
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Apenas finalizado el partido, el presidente de San Lorenzo, Matías Lammens, alertó que por el pasado reciente de violencia el encuentro debía disputarse sin público. Horas después, dio marcha atrás sobre su postura, pero alertó que la seguridad debe dar las garantías necesarias para sus jugadores en caso que el equipo de Boedo se lleve el título y que pueda festejar con normalidad dentro del campo de juego.
El mandatario de Vélez, Miguel Calello, recogió el guante y dijo que sería una injusticia que Vélez dispute el encuentro sin público, a la vez que confirmó que ya no harán socios nuevos hasta una vez finalizado en el encuentro. Además, advirtió que si San Lorenzo sale campeón "que festeje en el Bajo Flores".
Lejos de bajar los ánimos, ambos mandatarios tomaron una posición más parecida a la de un hincha y se enviaron chicanas y mensajes cruzados, quedando de lado el tema de la seguridad y su responsabilidad por ser dirigentes.
Por el momento lo único concreto es el pedido desde AFA a Vélez para que el encuentro se juegue solamente con socios del equipo de Liniers. Sin embargo, al tener chances de dar la vuelta los dirigentes del "Fortín" harán todo lo posible para que pueda asistir su público y llenar la cancha. Por el momento, los organismos de seguridad no se expidieron sobre el tema, aunque se manejan otras dos alternativas, que parecen algo extremas: una es jugar sin público y la otra es cambiarlo de escenario.
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