Las condiciones financieras adversas de la Argentina son para las empresas un problema tan trascendente como la caída de ventas. Así quedó a la vista ayer con el anuncio de la reprogramación deudas de Vicentin, a la que se sumó también Celulosa Argentina. En este último caso, la empresa productora de papel, pasta celulósica y productos de madera resolvió no pagar ayer un vencimiento de Obligaciones Negociables y entró en default.
Celulosa no pagó una ON y entró en default
Incumplió un vencimiento por casi u$s5 millones, que habían quedado fuera de una reestructuración previa de una deuda total de u$s60 millones.
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Aviso. Celulosa anticipó ayer su decisión en una nota enviada a la Bolsa.
La compañía tiene una larga historia en el país y en la actualidad su presidente es José Urtubey, hermano del gobernador saliente de Salta, Juan Manuel Urtubey.
La emisión original de ON clase 10 era por un total de casi u$s60 millones. Ante la imposibilidad de hacer frente a esas obligaciones, Celulosa lanzó un canje de papeles y a cambio entregó ON clase 13. Debido a que la operación no logró abarcar el 100% de los compromisos, quedó sin canjear una porción residual equivalente al 8% de la emisión (algo menos de 5 millones de dólares) para la cual la empresa reabrió el canje dado que no contaba con el dinero para cancelarla.
La empresa anticipó su decisión en una nota que envió a la Comisión Nacional de Valores y a la Bolsa de Comercio: “Esta reapertura permitiría aumentar el porcentaje de participación en el canje, lo cual resulta indispensable considerando la falta de acceso a financiamiento imperante como consecuencia de la crisis económica que atraviesa el país”.
En consecuencia, la misma nota aclara a continuación: “La Sociedad informa que no realizará el pago correspondiente al capital e intereses de las obligaciones negociables clase 10 cuyo vencimiento opera el 5 de diciembre de 2019”.
El elevado nivel de las tasas de interés con las cuales el Gobierno buscó evitar una mayor devaluación fue un golpe muy severo para la compañía. Tanto que ni siquiera pudo capitalizar el beneficio de la suba del dólar para su perfil exportador y las mejores condiciones internacionales. Esto fue advertido en abril de este año por la calificadora Fix en los siguientes términos: “Si bien las recientes devaluaciones del peso y la recuperación de los precios internacionales de pulpa podrían continuar mejorando la generación de fondos de Celulosa, aún existe incertidumbre sobre la evolución en refinanciación de los pasivos de corto plazo”.
La empresa cuenta en la actualidad con una planta de producción de celulosa y dos de papel, y un área forestal de aproximadamente 11.000 hectáreas. La compañía cuenta con una fuerte presencia en el mercado local de papel, y en Uruguay a través de Fanapel.
Es propietaria y opera plantas de pasta celulósica y papel en Capitán Bermúdez (provincia de Santa Fe). La sociedad tiene además una planta de papel en Zárate (provincia de Buenos Aires), que procesa pasta celulósica producida en la planta de Capitán Bermúdez.
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