25 de marzo 2002 - 00:00

Se concretó una previsible suba en los combustibles

Repsol-YPF aumentó los combustibles este fin de semana por tercera vez desde la devaluación. La decisión fue seguida de inmediato por Eg3-Petrobrás, y lo mismo harían desde hoy Shell, Esso y las refinadoras menores. Sin impuestos, el aumento aplicado por Repsol desde la devaluación del peso es de 20% para la nafta súper, 11,5% para la normal, 17,2% para la de mayor octanaje y 13% para el gasoil.

El impacto sobre el precio que pagan los usuarios es menor porque, en el caso de las naftas, se pagan impuestos por alrededor de 0,63 de peso por litro de nafta y 0,22 por litro de gasoil. De este modo, en los surtidores, el incremento de la empresa española desde el 22 de febrero -fecha en que se realizó el primer ajuste-es de 11% para la nafta súper, 10% para el gasoil y 7% para la nafta común.

Repsol consideró «inevitable» la suba del precio «por la variación de la paridad cambiaria superior a 140% y el aumento, en los últimos 20 días, de 25% en el precio internacional del crudo y derivados».

El 22 de febrero el precio del petróleo en la variedad West Texas Intermediate, de referencia en la Argentina, cerró en el mercado de NuevaYork a 20,76 dólares el barril, mientras este último viernes la cotización se ubicó en 25,35 dólares el barril, con un incremento de 22%.

La suba del petróleo en el mercado internacional se fue consolidando en las últimas semanas debido a cierta reanimación de la economía de EE.UU., la política restrictiva de los países nucleados en la OPEP y el temor a que se desate un conflicto bélico en Medio Oriente.

Esta situación, unida a la devaluación del peso, es una fuerte presión sobre los precios internos de los combustibles. De todas formas, las petroleras están atenuando el traslado a precios al público por razones políticas y por la inmediata respuesta de la demanda a los aumentos de precios, profundizando una caída que ya lleva dos años.

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