Ramos Padilla resiste causa en Dolores y se confirma el "lazo AFI"

Rechazó "in límine" pedido de Stornelli para apartarse del caso y reafirmó los motivos por los que lo llamó a indagatoria. Bidone declaró que se lo presentó un espía de la ex SIDE de apellido Barreiro y que D´Alessio le pidió los datos de Etchebest antes de que comenzara la extorsión.

Alejo Ramos Padilla

El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla rechazó la recusación en su contra que presentó el fiscal Carlos Stornelli en el marco de la causa en la que se lo investiga por haber participado en una red parajudicial que incluyó la presunta extorsión a un empresario para no ser incluido en el “caso cuadernos”. En su presentación, Stornelli había alegado que el juez perdió la objetividad, que no es un juez imparcial y además enemistad manifiesta. Sin embargo, todos estos planteos fueron rechazados “in límine” por el magistrado.

“No ha habido ni hay animosidad alguna en contra del imputado Stornelli, se ha actuado a su respecto con el extremo resguardo que impone su función como fiscal. Sólo se lo ha convocado a indagatoria sobre la base de la plataforma fáctica delimitada por el Ministerio Público Fiscal en sus sendos requerimientos instructorios y una vez que se entendió que se encontraba reunido el estado de sospecha exigido por el art. 294 del código de rito”, sostuvo la resolución que resiste todos los intentos por ser apartado de la investigación. Stornelli había pedido la nulidad y el apartamiento del juez en las vísperas de su llamado a indagatoria al que finalmente no se presentó. Tanto por la nulidad como por la recusación, las actuaciones pasarán ahora a la Cámara Federal de Mar del Plata que también puede intervenir en el pedido de inhibitoria que formuló el juez Julián Ercolini para que el caso pase a Comodoro Py, en la denuncia que planteó el propio Stornelli y en un cambio que hasta consintió el falso abogado y detenido Marcelo D´Alessio.

“Constituye un absurdo sostener que cualquier convocatoria a prestar declaración indagatoria resulta un acto de prejuzgamiento porque se ha emitido un juicio de valor provisorio sobre la prueba, cuando estas son precisamente las exigencias que para ese acto establece el ordenamiento ritual “. Que esa valoración del caudal de sospecha suficiente reunido en torno a la participación del recusante en una serie de hechos delictivos se haya volcado en el auto de mérito de Marcelo D´Alessio y, por auto separado, inmediatamente, se lo haya convocado formalmente a prestar declaración indagatoria resulta procesalmente irrelevante, mucho más si en ello pretende fundarse un planteo de la gravedad del que aquí se intenta: el apartamiento del juez de la causa”, puntualizó Ramos Padilla, quien concurrirá esta semana a la comisión de libertad de expresión de la Cámara de Diputados convocado por el kirchnerismo.

Pero en paralelo, se conoció la declaración del suspendido fiscal bonaerense Juan Bidone ante el juez Ercolini, cuando confirmó que D´Alessio -con quien admitió intercambiar información sobre causas clave como la del Triple Crimen de General Rodríguez, le fue presentado por agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Como sostuvo Ámbito Financiero desde el primer día de ebullición del escándalo, la guerra de “carpetazos” tiene su origen en las peleas subterráneas de servicios de inteligencia.

“Los fiscales solemos recurrir a información informal que luego constatamos por las vías pertinentes”, declaró Bidone el 21 de febrero pasado ante su par federal Alejandra Mangano. En esa declaración reconoció que fue él, quien le dio datos de entradas y salidas del país sobre el empresario agropecuario Pedro Etchebest, que luego quedaron cristalizados en la maniobra de extorsión.

“Conocí a Marcelo D’Alessio hacia fines de 2016, me lo presentó Rolando Barreiro, que trabajaba en la AFI . Barreiro también trabajó conmigo en la investigación del Triple Crimen, en la que intervine como fiscal. Me presentó a D’Alessio como una persona que podría brindar información sobre ese caso como de las empresas vinculadas, datos que luego resultaron de utilidad”, sostuvo Bidone, separado de la unidad fiscal de delitos complejos de Mercedes por el Procurador General bonaerense, Julio Conte Grand.

“La información que brindaba D’Alessio era de tipo informal, brindaba datos de personas o números de teléfonos y luego yo realizaba los requerimientos que debía efectuar al respecto. Desde un principio señaló dedicarse entre otras cosas a investigaciones preliminares relacionadas con narcotráfico, que después eran informadas a la DEA o la NSA (Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, ndr). Se jactaba de trabajar con organismos de seguridad como la AFI, con jueces, con fiscales e incluso con personas del Ministerio de Seguridad de la Nación, a quienes les llevaba -incluso- alguno de sus proyectos relacionados con temas de narcotráfico”, indicó el suspendido fiscal. “Me sentí absolutamente defraudado por esta persona”, dijo a la justicia, poniéndose Bidone en la fila de quienes ahora abjuran de los “servicios” de D´Alessio.

D’Alessio “investigaba cuestiones relacionadas con la ‘mafia de los contenedores de la aduana’, dijo. “Me mostró el tema de la provisión de chalecos antibalas vencidos o apócrifos en la provincia de Buenos Aires y se vio interesado en que se investigara el caso”, agregó. “Esos comentarios que me hacía (D´Alessio) sobre las investigaciones en las que colaboraba tomaban enseguida impacto mediático, lo que me daba la pauta que los actos que proporcionaba tenían asidero cierto y relevancia”, apuntó el fiscal. El falso abogado se contactó con el fiscal de Mercedes “a fines de diciembre de 2018”, cuando comenzaban los intentos de extorsión a Etchebest. “Me dijo que para poder avanzar con este tema (una causa vinculada a Roberto Baratta) necesitaba investigar a una persona que para él estaba estrechamente vinculada con Baratta. Me pasó un número de DNI y un teléfono para que yo solicitara información a Migraciones y a la empresa de Telefonía”. Bindone dijo que días atrás, cuando estalló el escándalo revisó el material que le había pasado a D´Alessio y allí constató que uno de los números correspondía al extorsionado Etchebest.