2 de junio 2010 - 00:00

Ahora el derrame de petróleo hace bajar a Wall St.

Operadores siguieron una sesión volátil en Wall Street.
Operadores siguieron una sesión volátil en Wall Street.
Nueva York - Las acciones norteamericanas cayeron ayer, presionadas por el sector energético, tras el fallido último intento por detener un derrame de petróleo en el Golfo de México. Después de un largo fin de semana en EE.UU., que el lunes celebró el Día de los Caídos, Wall Street arrancó junio con un descenso del 1,11% en el Dow Jones (10.024 puntos), del 1,72% en el S&P 500 (1.071 puntos) y del 1,54% en el NASDAQ (2.222). Estas bajas tienen lugar después de que el pasado viernes las acciones cerraron su peor mes de mayo desde 1940.

Los inversores castigaron a las acciones de las empresas involucradas directamente con el derrame de petróleo, y las pérdidas se aceleraron cerca del cierre después de las noticias sobre una investigación criminal. «Es el hecho de que nadie puede cuantificar realmente el costo del desastre de BP», dijo Gary Bradshaw, gerente de portafolio de Hodges Capital Management en Dallas. «Hay mucha incertidumbre, por lo que los inversores prefieren quedarse al margen», agregó. Las acciones de BP -dueña del pozo que produjo el derrame- se derrumbaron un 15% en Wall Street. Las pérdidas señalaron la creciente frustración sobre la dificultad de contener el peor derrame de petróleo de la historia de Estados Unidos. Las acciones de BP que cotizan en Estados Unidos acumulan una pérdida de u$s 75.030 millones desde la explosión de la plataforma el 20 de abril, y la acción tiene el precio más bajo en relación con las ganancias de cualquier empresa petrolera. Las acciones de Halliburton, que desarrolló algunos trabajos en el pozo, perdieron un 14,8% después de que Goldman Sachs eliminó a la empresa de su «lista de convicción para comprar». Las acciones de Transocean, que posee la plataforma, perdieron un 11,9%, y el índice de energía del S&P cayó un 4,3%.

Fue una sesión volátil, donde las acciones llegaron a subir durante la jornada, apoyadas por datos que mostraron que la producción manufacturera creció por décimo mes consecutivo en mayo. Además, el gasto en la construcción registró su mayor aumento en cerca de 10 años en abril, según mostraron datos del Gobierno. Pese a las cifras positivas en Estados Unidos, los inversores se preocuparon sobre el impacto que tendrá la crisis de la deuda en la zona euro sobre el crecimiento económico mundial. En ese sentido, distintos informes mostraron un ritmo más débil de crecimiento de las manufacturas en la zona euro, mientras la tasa de crecimiento de la producción de las fábricas chinas se desaceleró.

Las preocupaciones sobre el derrame -sobre el que el fiscal general estadounidense, Eric Holder, prometió abrir una investigación judicial- se sumaron también a las ya habituales respecto de la solvencia financiera de diversos países europeos.

El euro registró su cambio más débil frente al dólar de los últimos cuatro años (ver nota aparte), lastrado por el temor a que las agencias de calificación bajen la valoración que otorgan a la deuda soberana de los países europeos. Los temores hacia la situación macroeconómica en la zona euro se avivaron al conocerse que el desempleo en esa área alcanzó en abril un nuevo récord, al situarse en el 10,1% de la población activa.

Ayer, dentro del Dow, las que más bajaron fueron Alcoa (3,87%), JP Morgan (2,63%), DuPont (2,57%), Caterpillar (2,45%) y General Electric (2,26%). También cayeron las petroleras Chevron (2,14%) y Exxon (2%), que se vieron arrastradas por la caída del conjunto de las empresas energéticas. La rentabilidad de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años bajó hasta el 3,26%; el crudo terminó a 72,58 dólares, después de caer un 1,87%; y el oro se encareció hasta cerrar a 1.226,7 dólares la onza.

Agencias EFE y Reuters

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