27 de agosto 2010 - 00:00

Avatares de tv

  • El final de «Botineras», el miércoles, fue lo más visto del día con 25,7 puntos promedio, el segundo rating más alto de esa atractiva novela de «Telefé», sólo superada por el primer capítulo, cuando llegó a 27.3. Segundo se ubicó la tira del 13, «Malparida» con 23,5, y tercero, con 14.7, «Telenoche». Así, pese a la abultada audiencia de «Botineras», «Telefé» perdió por 4 décimas el primer puesto promedio diario contra el «13» que le ganó 11,6 a 11.2. En tercer lugar, lejos como siempre, quedó «Canal 9» con 5,8 puntos. 

  • El final de «Botineras» se emitió en capítulo doble. Es que había mucho por resolver a último momento, como en todo culebrón que se precie. Este, no obstante, se diferenció bastante del resto, empezando porque la relación de la pareja protagónica (Romina Gaetani-Nicolás Cabré) quedó en stand by, vale decir no terminó en boda, como de costumbre. Hubo sí un final feliz para la pareja gay que conformaban Cristian Sancho y Ezequiel Castaño, y que tan mal vista estaba en el mundo futbolístico (uno de ellos era jugador y las autoridades del club se negaban a renovarle el contrato por su condición sexual), así como también para los policías veteranos que componían los siempre eficaces Rita Cortese y Roberto Carnaghi. A tono con el sesgo policial que tomó el argumento después de unos cuantos tropiezos (léase, un peligroso descenso del rating), hubo enfrentamientos, confesiones, pases de factura, entre otros, del futbolista Cabré a su manager y protector De Santo, que sería malo, pero podía llorar de amor, como mostró el miércoles.

  • Al malísimo Nino, a cargo del bastante sobreactuado y un poquito sobrevalorado Gonzalo Valenzuela, le llegó finalmente el escarmiento vía Laura, la policía encubierta que encarnó Romina Gaetani. Dados los grados de manipulación, perversión y otras lindezas que caracterizaron a Nino a lo largo de toda la novela, la mala vibra que siempre tuvo con Laura y la maldad que destiló hasta último momento, más de uno esperaba que ella lo cosiera a tiros cuando lo tuvo a tiro y confeso, justamente. De hecho, toda la escena se montó para que nadie dudara de que eso iba a suceder. Pero no. La reflexión y la ética policial se impusieron a las pasiones y Laura decidió meterlo preso, con lo que se ganó un ascenso a comisario. Como todos los finales, probablemente el de «Botineras» no haya conformado a todo el mundo, pero no estuvo nada mal. 


  • Al que no le está yendo nada bien es a Gastón Pauls y su productora Rosstoc. Ayer, la Asociación Argentina de Actores anunció en un comunicado de prensa que está «avanzando en las acciones legales» contra la productora de Pauls por la deuda que mantiene en relación a parte de horas extras y bolos, correspondientes a las producciones de la premiada «Ciega a Citas» y la malhadada miniserie «Tierra Rebelde», filmada en Tandil en coproducción con la RAI. Según el gremio de actores, «aunque la productora nos comunicó que estarían depositando lo adeudado a la brevedad. De todas maneras, ante la imposibilidad de ejercer medidas gremiales dado que la empresa no se encuentra produciendo estamos avanzando en las acciones legales correspondientes».
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