7 de abril 2011 - 00:00

Correa paga su “altivez”

Quito - El Gobierno de Ecuador admitió que su decisión de exigir la salida de la embajadora de Estados Unidos, Heather Hodges, tras una revelación de WikiLeaks, tendrá consecuencias posiblemente comerciales.

«No hay duda de que tendrá repercusiones. No conozco ninguna conducta de altivez de un Gobierno que no tenga consecuencias», reconoció ayer el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.

Al protestar la decisión de expulsión, el Gobierno de Washington anunció que examinará «las opciones» de que dispone, aunque de antemano lamentó el «impacto que va a tener», dijo el portavoz del Departamento de Estado Mark Toner.

Quito exigió la salida de Hodges en el menor tiempo posible, luego de la filtración de que la embajadora habría firmado en julio de 2009 un cable en el que afirmaba que Rafael Correa nombró en 2008 a un jefe policial sabiendo que era corrupto.

El ministro dijo esperar «que no se afecte la extensión» del sistema de preferencias arancelarias andinas (ATPDEA), vigente desde 2002 y que eximía de aranceles a cerca del 72% de las exportaciones ecuatorianas, pero que está pendiente de prórroga desde febrero pasado, cuando expiró. El congresista demócrata estadounidense Eliot Engel, uno de los más afines a los gobiernos populistas latinoamericanos, consideró que Correa «socavó» la posibilidad de la renovación. Estados Unidos es el destino de cerca de la mitad de las exportaciones ecuatorianas.

Agencias AFP y EFE

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