13 de mayo 2010 - 00:00

Cosa de Bruja

La historia secreta de por qué no están

Diego mira, Verón entrena. Para Maradona es un hombre de permanente consulta, no sólo para el armado de la lista, sino también para la táctica del equipo.
Diego mira, Verón entrena. Para Maradona es un hombre de permanente consulta, no sólo para el armado de la lista, sino también para la táctica del equipo.
Recién había arrancado la temporada 2004/05 del Calcio. Inter cargaba con la cruz de no lograr el scudetto desde hacía varios años por aquella época. En el plantel interista, que conducía Roberto Mancini, había seis compatriotas: el capitán Javier Zanetti, Burdisso, Esteban Cambiasso, Cruz, «el Kily» González y el recientemente arribado del fútbol inglés Juan Sebastián Verón. La quinta fecha enfrentaba en la capital italiana a Roma con los neroazzurri, y si bien Inter no llevaba un andar sólido (tres empates, una victoria), al menos no había perdido. En el Olímpico se encontró con una ventaja de 3 a 1 cuando promediaba el complemento, con goles de Cambiasso, Verón y el uruguayo Álvaro Recoba. Luego del descuento de Totti llegó el empate faltando un cuarto de hora, obra de Daniele De Rossi. El haber tenido la victoria tan cercana alimentó más la decepción del vestuario pospartido que terminó generando una fuerte discusión entre dos compatriotas: Zanetti y Verón.

El encontronazo fue subiendo de tono, hasta llegar a los gritos y, de no mediar por el resto de los compañeros, podría haber llegado a las trompadas. «La marca era tuya, pero nunca supiste defender...»; la respuesta del capitán del equipo no se hizo esperar: «Conmigo no jodás, eh, mirá que yo te conozco bien...». Desde ese episodio, la relación algo distante fue tomando aún mayor distancia y nunca más se pudo recomponer, a pesar de ser ambos argentinos. Verón, ex compañero en Sampdoria del entrenador Mancini, siempre tenía una mirada crítica con las actuaciones del dueño de la camiseta 4, pero, como se sabe, en Inter Zanetti es palabra sagrada. La experiencia de «la Bruja» en el club de Milan duró una temporada más, hasta que armó las valijas y cumplió el sueño propio y de los hinchas de volver a Estudiantes. En el inconsciente del calvo volante siempre dio vueltas la idea de que aquel enfrentamiento con el referente del vestuario interista le había significado poner punto final a su paso por el Calcio.

A pesar de estar en buen nivel futbolístico, Verón no fue nunca tenido en cuenta por José Néstor Pekerman para su ciclo en la Selección. Los veinte meses que duró la gestión, «la Bruja» nunca recibió un solo llamado y si bien era decisión del entrenador confiar en un jugador como Juan Román Riquelme, en la cabeza rapada de Juan Sebastián daban vueltas los nombres de quienes él creía como lobbistas de la decisión: Juan Pablo Sorín y Esteban Cambiasso, dos pesos pesado en el plantel de José. Así fue como Verón vio el Mundial de Alemania 2006 por televisión y no estuvo presente en su tercera Copa del Mundo.

El tiempo, el dinamismo del fútbol, puso a Verón como hombre de confianza y de consulta casi cotidiana para Diego Maradona. El entrenador tenía alguna duda futbolística con Zanetti y si lo tuvo en cuenta en la primera convocatoria (habiéndole quitado la capitanía para dársela a Mascherano) fue exclusivamente porque sus ayudantes lo convencieron de no dejar afuera al hombre con mayor cantidad de presencias en la historia de nuestra Selección. El caso «Cuchu» tiene algunas similitudes. Nunca le sedujo a Diego el juego del volante que hoy, para la prensa especializada de Italia, es el mejor argentino de la liga de aquel país, pero el pulgar abajo de Verón también lo dejó fuera de la lista de 30 preseleccionados. «De Verón quiero que me maneje el equipo», dijo Maradona en la entrevista que emitió Fox Sports el martes por la noche. Nunca imaginamos que quería que decida tanto.

Dejá tu comentario