Ai planea una exposición en Melbourne, en la que quiere recrear, con piezas de Lego, los retratos de 20 defensores australianos de los derechos humanos. La empresa danesa se negó a suministrar las piezas, debido al anunciado aspecto político de la muestra. "Renunciamos en todo el mundo promover o a apoyar el uso de nuestras piezas en proyectos políticos; el principio no es nuevo", dijeron los portavoces de Lego en un comunicado. Sin embargo, Ai acusó a la empresa de "censura" y "discriminación". En la rueda de prensa, el artista y crítico con el régimen de Pekín dijo sentirse "bastante sorprendido, porque se trata de un proyecto totalmente respetable".
Ai se está preparando para ocupar la cátedra Einstein en la Universidad de las Artes de Berlín. Asumirá el cargo a fin de mes. Hasta agosto pasó años sin poder salir de China por las trabas que le ponía el Gobierno.
Ai no quiere tratar cuestiones relacionadas con los derechos humanos desde su nueva cátedra. "Soy profesor de arte", dijo en Berlín. Aunque reconoció que estas cuestiones son parte de él, dijo querer evitar "presiones a los alumnos". Cada uno, añadió, "tiene derecho a decidir sobre sus principios".
Eligió a 16 estudiantes de las 100 solicitudes que les llegaron. La mayoría se interesaba por el diseño, los medios y la moda, pero también hay uno que cocina bien y otro que conduce de noche y ayudó a escapar a personas. "En conjunto, se puede imaginar un poco como la famosa película de gángters "La gran estafa" en la que una pequeña banda se pone de acuerdo para robar un banco".
Agencia DPA |
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