Entretelones sobre un estilo de vida extraño en Occidente aún para los personajes de fortuna.
Basada en el best seller de Kevin Kwan, esta comedia romántica describe un mundo desconocido, el del estilo de vida de los millonarios asiáticos. El prólogo es contundente: una familia china, que tiene una reserva en la mejor suite de un hotel londinense en los 90, está por ser arrojada a la calle hasta que queda claro que son los nuevos dueños del establecimiento. Luego, la acción pasa a la actualidad con una chica neoyorquina de ascendencia china enamorada de un joven asiático, en apariencia común y corriente, que un buen día le pide que lo acompañe a Singapur a conocer a su familia. Ni bien sube al avión, en primera clase, la protagonista percibe cierto lujo al que no está acostumbrada. Y al llegar a Singapur descubre que su novio es el heredero de la mayor fortuna de Asia.
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A partir de ese momento el director Jon Chu se divierte, y divierte al espectador, con un suntuoso y a veces desopilante despliegue de mansiones, vestuarios joyas, autos y festejos extravagantes con un enorme atractivo visual. Sólo la historia queda en un segundo plano, ya que en ese sentido todo es más elemental. El fuerte de "Locamente millonarios" es lo descriptivo, aunque también hay buenas actuaciones como la de Michelle Yeoh, que hace rato dejó las artes marciales para demostrar su talento actoral.
"Locamente millonarios" ("Crazy Rich Asians", EE.UU., 2018). Dir.: J. M. Chu. Int.: C. Wu, H. Golding, M. Yeoh.
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