23 de agosto 2017 - 00:00

Hawkins: “Me gusta desafiar la imaginación de mis lectores”

La autora de “La chica del tren” (20 millones de ejemplares y una película) pasó por Buenos Aires para presentar su nueva novela, “Escrito en el agua”, también un thriller psicológico que será llevado al cine.

Paula Hawkins. “Escribir estas historias siempre estuvo en mí”.
Paula Hawkins. “Escribir estas historias siempre estuvo en mí”.
Pasó de economista recibida en Oxford, y luego periodista de finanzas en The Times, a escribir por encargo novelas románticas. Publicó cuatro con seudónimo, pero no era lo suyo y saltó a escribir un thriller, "La chica del tren", y se volvió millonaria. Nacida en Zimbabue, con padre prestigioso economista, Paula Hawkins vino a presentar su segundo thriller psicológico, "Escrito en el agua", que publicó Planeta. Dialogamos con ella:

Periodista: ¿Cómo pasó del mundo financiero a la ficción literaria?

Paula Hawkins: Desde joven escribí historias pero no pensaba que me lo iba a tomar en serio, como una carrera. En Londres estudié filosofía, política y economía en la Universidad de Oxford. Luego pasé a trabajar en The Times en periodismo financiero. Era un trabajo estable, mi modo de vida, pero escribir ficción era algo que seguía estando en mí. Bueno, hay cierta ficción en la economía, hay mucho que se inventa por el camino. La diferencia es que la economía tiene que ver con las decisiones que toma la gente. Me moví entrevistando, buscando información, entre gente de los bancos, inversionistas, managers, no llegué a relacióname con grandes banqueros y magnates, que acaso me habrían ofrecido un escenario diferente.

P.: Tal vez la hubieran llevado a escribir otro tipo de historias y no novelas románticas, como las que comenzó a publicar a partir desde 2009 como Amy Silver.

P. H.: No fui yo quien se decidió a escribir novelas románticas, fueron por encargo. Me interesó y pensé que lo podía hacer. Escribí cuatro: "Confesiones de una recepcionista", "Todo lo que quiero para Navidad", "Un minuto antes de medianoche" y "La reunión". A medida que iba escribiéndolas, en la trama comenzaron a suceder cada vez cosas más oscuras, más tragedias comenzaron a sucederle a los personajes, y lo que estaba ofreciendo no era lo que los lectores querían. No estaba haciendo la tradicional novela romántica ni un thriller, no estaba ni en un lugar ni en el otro.

P.: Su última novela romántica había vendido apenas mil ejemplares, decidió cambiar y escribió "La chica del tren", con el éxito conocido.

P. H.: Hasta ahora unos veinte millones de ejemplares que andan por el mundo en diversos idiomas y una película. Soy consciente de que es un privilegio vender tantos libros. Con "La chica del tren" me planteé hacer un puzzle, porque como lectora me gusta que me ofrezcan distintas piezas y yo vaya armando la historia, que poco a poco se va sabiendo. Cuando escribo sé adónde quiero llegar, el sentido de la historia; a partir de ahí avanzo paso a paso y no retrocedo.

P.: ¿Por qué pasó de esa novela puzzle con pocos personajes a la novela coral de "Escrito en el agua", con más de once?

P. H.: Se fue armando con la historia de un pueblo, su gente y sus secretos. El lector tiene que ir conociendo esos secretos para armar la historia; en ese sentido también es un puzzle, pero diferente. Me interesan los personajes femeninos, la lucha de las mujeres, el lugar que ocupan en la sociedad, sus problemas y sus dramas, aquello que nos amenaza, y la violencia doméstica es una de esas grandes amenazas. En "Escrito en el agua" está ese "río de las mujeres ahogadas" y su secreto, es el lugar de un femicidio colectivo que comienza con el asesinato de una mujer considerada bruja y llega a la muerte de una de las protagonistas. Ese lugar para ella, que lo investiga, es donde son castigadas mujeres rebeldes, inadaptadas, que no cumplieron con los mandatos patriarcales; eso conecta mujeres supuestamente ahogadas de distintas épocas. Esa mujer, Nel, siempre aparece a través de otros porque está muerta; en eso mi novela tiene algo de la "Rebecca" de Daphne du Maurier. Bueno también tiene de Agatha Christie, porque es un mundo de personas sospechosas.

P.: Hay hasta un momento de realismo mágico a través de una mujer que dice que habla con los muertos.

P. H.: Me encanta ese personaje, fue como incluir un hecho fantástico sin pasar a una novela de fantasmas, de terror.

P.: Un de los temas centrales es la memoria, el autoengaño.

P. H.: Trato de la memoria y del modo en que interpretamos los recuerdos. Muchas veces creemos que acertamos con el recuerdo y eso no es lo real; muestro los errores de la memoria. Los recuerdos son imágenes del pasado que no forman a lo que somos en la actualidad. Si esos recuerdos cambian, eso tiene efectos en la persona. Es la clave que descubre entre el conflicto entre las dos protagonistas.

P.: ¿Qué le pareció la película basada en "La chica del tren"?

P. H.: Me gustó, fue bastante fiel al drama de la historia, al tono oscuro y claustrofóbico que para mí era esencial. Al principio tenía mis dudas. No sabía cómo iban a trasladar al cine la sensación de la protagonista. Emily Blunt encarnó muy bien al personaje de Rachel Watson, su inseguridad y vulnerabilidad. Nos fue bien. La gente de la productora DreamWork ya está comenzando a trabajar en la adaptación al cine de "Escrito en el agua".

P.: ¿Qué está escribiendo ahora?

P. H.: Me voy a enterar cuando termine esta gira y vuelva a Londres; por el momento es sólo un conjunto de personajes, y eso es lo que más me interesa, la tragedia que les ocurre a personas comunes y corrientes, la manera en que se rompen las relaciones y las consecuencias de esas rupturas, la psicología detrás del acto.

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