17 de febrero 2009 - 00:00

Los Premios Pritzker, por primera vez en Buenos Aires

El Museo de Arte Contemporáneo de Richard Meier, uno de los invitados a Buenos Aires para la entrega de los Pritzker, prestigioso premio (el Nobel de la arquitectura), que él ganó en 1984.
El Museo de Arte Contemporáneo de Richard Meier, uno de los invitados a Buenos Aires para la entrega de los Pritzker, prestigioso premio (el Nobel de la arquitectura), que él ganó en 1984.
A fines del próximo mes de mayo en el Hyatt Hotel de Buenos Aires, se entregarán los Premios Pritzker 2008, muchos de ellos (que serán nombrados en esta nota) estuvieron en la ciudad invitados para las Bienales de Arquitectura, organizadas por el Centro de Arte y Comunicación.
El premio, considerado como el Nobel de la arquitectura, tomó su nombre de la familia Pritzker, conocida por su apoyo a los proyectos científicos y culturales, y cuyas actividades vinculadas a los Hoteles Hyatt tienen sede en Chicago.
Jay A. Pritzker (1922-1999), fundó el premio con su esposa , Cindy. Su hijo mayor, Thomas J. Pritzker, actual presidente de la Fundación, explicó, «Como nativa de Chicago, no es sorprendente que nuestra familia se interesara por la arquitectura, viviendo en la cuna de los rascacielos, una ciudad plena de edificios leyendas de la arquitectura como Louis Sullivan, Frank Lloyd Wright, Mies van der Rohe, y muchos otros».
Si hay una ciudad de la arquitectura -en los Estados Unidos y hasta en el mundo-, esa ciudad es Chicago, que se alza en la desembocadura del río homónimo, en la ribera Sudoeste del inmenso Lago Michigan, en el Estado de Illinois.
«Mientras la arquitectura de Chicago nos proporcionó conocimiento del arte arquitectónico, nuestra obra diseñando y construyendo hoteles nos hizo conscientes del impacto que la arquitectura puede tener en el comportamiento humano», señaló Thomas Pritzker .
Entre los premiados invitados a Buenos Aires, se destaca Richard Meier (1934), que en su discurso de recepción del Pritzker 1984, resumió su ars architectonica al señalar «mi preocupación es la luz y el espacio; no el espacio abstracto, no el espacio sin escala, sino el espacio cuyo orden y definición están ligados a la luz, a la escala humana y a la cultura arquitectónica».
En 1962, a los cinco años de obtener su diploma en la Universidad de Cornell, Richard Meier abrió su estudio, después de haber trabajado en Skidmore, Owings y Merril y en la firma de Marcel Breuer. Interesado en las experiencias de Le Corbusier y de Wright, Meier fue definiendo un estilo caracterizado por el orden racional y la armonía sensible: el juego de sus volúmenes cúbicos y blancos. La disposición de los interiores -basada sobre la libertad y la flexibilidad de las plantas-, la transparencia ante la luz natural, la implantación en medio de la Naturaleza, hicieron de sus obras verdaderas esculturas en las cuales la rigurosa geometría es animada por el fino impulso estético.
Entre sus numerosas obras realizó el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, España, y el Centro J. Paul Getty, de los Angeles en California.
El arquitecto vienés Hans Hollein, Pritzker 1985, se diplomó en la Escuela de Arquitectura de la Academia de Bellas Artes de su ciudad natal (1956) y tomó cursos de posgrado en el Instituto Tecnológico de Illinois, en Chicago (1958-59), y en la Universidad de California-Berkeley (1959-60). Sintetizan su maestría el Museo Municipal de Mönchengladbach y el Museo de Arte Moderno de Francfurt, cuyo interior se caracteriza por una serie de escaleras que descienden en diagonal hacia el acceso principal.
Asistido por un Comité de Expertos integrado por Francois Burkhardt (París), Germano Celant (Milán), Arata Isozaki (Tokio), Paolo Portoghesi (Roma), Terence Riley (Nueva York) y el autor de esta nota por Latinoamérica, en 1988 Hollein fue director de la VI Bienal Internacional de Arquitectura de Venecia.
Preocupado por los aspectos sociales vinculados con su profesión, los diseños del arquitecto portugués Álvaro Siza, Pritzker 1992, se caracterizan por la configuración del espacio y la integración con el entorno.
Siza nació en Matosinhos, puerto pesquero cercano a Oporto, en cuya Facultad de Arquitectura finalizó sus estudios en 1955.
Entre sus obras se destacan la Facultad de Arquitectura de Oporto (1988), el Centro de la Villa Olímpica de Barcelona (1992), el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela (1993), que proyectó en el casco viejo de la ciudad sin afectar la armonía del conjunto.
El reconocido arquitecto británico Norman Foster, Pritzker 1999, se graduó en la Universidad de Manchester en 1961 y prosiguió sus estudios becado con la Henry Fellowship en la Universidad de Yale donde realizó un Master de Arquitectura.
Foster ha sostenido en numerosas ocasiones la necesidad de recurrir a los medios tecnológicos en la arquitectura. Ello no significa que se haya limitado a una arquitectura «high-tech». Sus proyectos han planteado el contexto urbano como parte integrante de la génesis de la obra. Sus trabajos están representados en la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York y en el Centro de Georges Pompidou de París.
Nacida en Bagdad, Zaha Hadid, Pritzker 2004, estudió matemática en la Universidad Norteamericana de Beirut y arquitectura en Londres (1972-77). Luego de pertenecer un tiempo al equipo OMA (Office for Metropolitan Architecture, de Koolhaas y Zenghelis), presentó la primera exposición de sus obras en 1981, bajo el título «Arquitectura Planetaria».
El reconocimiento inicial de Hadid data de la década del 80, cuando su producción fue intensificándose. Sin duda el espaldarazo internacional fue su participación en la muestra «Arquitectura Deconstructivista», organizada por el famoso arquitecto y teórico Philip Johnson, en 1988, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Zaha Hadid, invitada a la Bienal de Arquitectura por el CAYC, como los otros singulares profesionales que estamos comentando, dijo en Buenos Aires: «Yo creo que los edificios pueden flotar. Sé que no pueden hacerlo, pero lo creo». Sin embargo, sus obras llevadas al dibujo, son estupendas muestras de arte y flotan. Flotan en la percepción imaginaria de quien está dentro de ellas, que es lo que verdaderamente importa.
También nos visitaron el norteamericano Thom Mayne, Pritzker 2005, y Paulo Méndes da Rocha, Pritzker 2006, en la Bienal del 2007.
Otro de los Premios Pritzker fue para el maestro de la arquitectura latinoamericana, el mexicano Luis Barragán, que el CAYC presentó en el Festival de Berlín en 1980.
Muchos procedimientos y reconocimientos del Pritzker tomaron como modelo al Premio Nóbel. «Nuestros padres creían que un premio importante reconocería y a la vez estimularía la creatividad profesional de la arquitectura», recordó Thomas J.Pritzker.

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