18 de junio 2010 - 00:00

Mal cóctel: elecciones y tarifas sin aumento

Metrogas se sumó al grupo de compañías de servicios públicos que se vio forzado a reestructurar su deuda. El grupo «selecto» lo comparte con empresas como Autopistas del Sol y TGN, todas afectadas por un cóctel explosivo: fuerte endeudamiento en dólares, pero con tarifas congeladas en pesos hace más de una década.

Todas tienen además socios de primer nivel. En Metrogas están British Petroleum e YPF; en Autopistas el grupo español Avertis y en TGN el grupo Techint. Sin embargo, ninguno consiguió negociar con el Gobierno un esquema que le permitiera mantener una operación sustentable, o al menos no lo consiguieron a tiempo.

En el caso puntual de Metrogas, es indudable que corría con desventaja en relación con otras distribuidoras, como el caso de Gas Natural BAN. Esta compañía de capitales españoles fue la primera que consiguió un ajuste tarifario, pero antes aceptó retirar su demanda del CIADI (tribunal arbitral del Banco Mundial) por la pesificación tarifaria.

En cambio, British fue mucho más inflexible. Nunca aceptó retirar su juicio contra la Argentina, aunque esto le costó una dura penitencia. El congelamiento de los ingresos en pesos en un contexto de elevada inflación (es decir, con un gran aumento de los costos internos) vuelve inviable la operatoria.

Ahora arranca un proceso de renegociación que, ya se sabe por la experiencia vivida por otras empresas, puede demorar años. En el caso del TGN, con deuda en default por u$s 350 millones, si bien consiguió un 88% de adhesión de sus acreedores a su propuesta de refinanciar los pagos, chocó con un obstáculo que hasta el día de hoy resulta insalvable. La ANSES decidió no sumarse a la renegociación y trabó el proceso. La compañía continúa intervenida.

Autopistas del Sol (pasivo a reestructurar de u$s 310 millones), que a principios de año sí consiguió una fuerte suba de tarifas, ya tuvo que prorrogar en varias oportunidades el cierre de la renegociación. No consiguió hasta ahora el número necesario de acreedores para avanzar con la refinanciación.

Existe, por otra parte, un gran universo de actores especializados en renegociar deudas en «distress»: estudios de abogados locales y extranjeros, bancos de inversión y entidades que se encargan de rastrear bonistas alrededor del mundo (el más conocido es Bondholder Communication).

Uno de los casos que recientemente llegaron a buen término fue el de Mastellone, que tuvo que renegociar una deuda en default por u$s 220 millones. En el medio, hubo fuertes rumores de compra de un grupo extranjero (Danone) que finalmente no se concretaron.

La proximidad de las elecciones presidenciales aleja la posibilidad de cualquier revisión tarifaria, al menos hasta fin de 2011. Y esto resulta un gran obstáculo para arreglar con los acreedores: con escasas chances de conseguir un incremento en los ingresos, la refinanciación que encarará Metrogas resultará difícil de digerir para los acreedores. 

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