El ministro de Petróleo y Minería y vicepresidente del área económica, Rafael Ramírez, afirmó que el país retirará gradualmente la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI) que, desde hace una década, es el sistema principal de administración de divisas al tipo de cambio controlado de 6,3 bolívares por dólar. En cambio, reformará y fortalecerá su sistema secundario, el Sistema Complementario de Administración de Divisas (SICAD).
"El SICAD va a continuar y va a tener un mayor fortalecimiento para 2014. Se va a convertir en un mecanismo alternativo, pero, a la vez, va a ir transitando a un mecanismo definitivo para el control y manejo de nuestras divisas", explicó Ramírez a la prensa. "CADIVI ha sido superado como un mecanismo de asignación de divisas, ha sido perforado por sectores que han actuado al margen de la ley", señaló. "Eventualmente, va a dar paso a otro mecanismo y a otra estructura para asignación de divisas. El SICAD va a continuar y se convertirá en un mecanismo de control y manejo definitivo de nuestras divisas", agregó.
Hasta ahora, el CADIVI lleva a cabo el 90% de la entrega de divisas y el resto es manejado por el SICAD, que vende dólares a través de subastas para importadores y viajeros a un tipo de cambio más débil que, aunque jamás fue revelado por el Banco Central de Venezuela, participantes estiman entre 12 y 14 bolívares por dólar.
El ministro chavista informó que, a partir de ayer, las inversiones en dólares en los sectores petrolero y turístico, y la venta de oro en Venezuela comenzaron a calcularse a esa tasa que casi duplica a la oficial, de 6,3 bolívares.
También anunció la creación de una empresa mixta de oro entre la petrolera estatal PDVSA y el Banco Central para comprar ese metal precioso a la tasa de referencia del SICAD, "mayor que lo que se paga ahorita", y evitar así la fuga de ese metal a otros países a través de la minería ilegal.
Al vender más caros los dólares que llegan al país por inversiones petroleras, turismo y ventas de oro, la demanda tendería a ser menor. Así, el Gobierno de Nicolás Maduro obtendría más dólares en sus arcas para aumentar importaciones, evitar la escasez de productos básicos e intentar domar el dólar paralelo, que cotiza 10 veces por encima del oficial.
Por el momento se mantendrá la tasa CADIVI en el sector de alimentos, medicinas, tecnología y educación, entre otras industrias consideradas prioritarias por las autoridades.
Si bien las autoridades venezolanas aseguran que un 92% de las importaciones se realiza con dólares oficiales, un informe de la consultora privada Ecoanalítica estimó que al menos un 30% de los productos es indexado al costoso dólar ilegal.
Para los analistas, la medida anunciada por Ramírez implica una devaluación subrepticia. "El Gobierno quiere desviar más transacciones de CADIVI a SICAD; en ese sentido, es similar a una devaluación sigilosa del bolívar, sin el costo político de una devaluación regular", dijo el analista Alfredo Ramos, de Goldman Sachs.
La inflación anualizada, que rozó el 55% en octubre pasado, y el desabastecimiento golpearon los salarios de los venezolanos y pusieron presión a la gestión de Maduro, quien logró que la Asamblea Nacional -de mayoría chavista- le otorgara una Ley Habilitante para gobernar por decreto, durante un año, en materia económica.
Con esos superpoderes, hasta ahora fijó los precios de electrodomésticos, autopartes, textiles y alquileres, e intervino a cadenas y empresas de esos sectores.
La reforma daría, además, más control a las autoridades sobre la entrega de dólares. Recientemente, el Gobierno de Maduro aseguró que el 40% de las compañías que le compran dólares al tipo de cambio oficial es fantasma.
CADIVI liquidó en 2012 unos 31.145 millones de dólares, de los cuales fueron desviados entre 15.000 y 20.000 millones, según datos oficiales.
Agencias Reuters, AFP y EFE, y Ámbito Financiero |
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