26 de mayo 2009 - 00:00

Se entrega en Buenos Aires, el premio mayor en arquitectura

El arquitecto suizo Peter Zumthor, ganador de la edición 2009 del prestigioso Premio Pritzker, que se entrega el viernes en Buenos Aires, por primera vez en Sudamérica.
El arquitecto suizo Peter Zumthor, ganador de la edición 2009 del prestigioso Premio Pritzker, que se entrega el viernes en Buenos Aires, por primera vez en Sudamérica.
El próximo viernes, en el Salón Dorado del Palacio de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, se realizará -por primera vez en Sudamérica-, la ceremonia de entrega del Premio Pritzker. En esta edición 2009 ha sido laureado el arquitecto suizo Peter Zumthor (1943), cuya obra fue reconocida por su respeto al lugar y al legado de la cultura local.

El jurado estuvo integrado por su presidente Lord Palumbo (Inglaterra), del Consejo Directivo de la Serpentine Gallery; Alejandro Aravena (Chile); Shigeru Ban (Japón), profesor de la Universidad de Keio; Rolf Fehlbaum (Suiza), presidente del Directorio de Vitra; Carlos Jiménez (Ecuador-EE.UU.); el arquitecto Juhani Pallasma (Finlandia); Renzo Piano (Italia); la editora Karen Stein (EE.UU.), y Martha Thorne (España) decana de Relaciones Internacionales de la Escuela de Arquitectura IE de Madrid, que actuó como directora ejecutiva del jurado.

En el anuncio de la distinción, Thomas Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt, señaló, entre otros conceptos del jurado, «Todos los edificios de Zumthor tienen un a presencia fuerte. Posee un extraño talento para combinar un pensamiento claro y riguroso con una dimensión verdaderamente poética cuyo resultado son obras que nunca cesan de inspirar».

La invitación para realizar la ceremonia en Buenos Aires fue formulada por el Ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana. La noche del viernes, la Cancillería Argentina brindará una cena para el premiado, los jurados y los invitados, todos ellos vinculados al mundo de la arquitectura. Al día siguiente, aprovechando los nuevos ómnibus turísticos, el contingente recorrerá la ciudad para conocer la arquitectura de Buenos Aires.

Instituido hace veinte años, el premio es considerado como el Nobel de la arquitectura y tomó su nombre de la familia Pritzker conocida por su apoyo a los proyectos científicos y culturales, y cuyas actividades vinculadas a los Hoteles Hyatt tienen sede en Chicago. El galardor fue creado para reconocer anualmente a un arquitecto vivo cuyo trabajo fuera una combinación de talento y compromiso con el entorno a través de la arquitectura. La recepción de postulaciones se cierra todos los años en noviembre y son sometidas a la selección de un jurado internacional. Los premiados reciben la suma de 100.000 dólares.

El año pasado lo recibió Jean Nouvel de Francia, y en años anteriores le fue otorgado a los estadounidenses Philip Johnson (1979), Kevin Roche (1982), Ming Pei (1983), Gordon Bunshaft (1988), Richard Meier (1984), quien estuvo en Buenos Aires al igual que Thom Mayne (2005). También lo recibieron James Stirling (1981), Zaha Hadid (2004) y Richard Rogers (2007), del Reino Unido; al arquitecto austríaco Hans Hollein (1985); Gottfried Böhm (1986) de Alemania; Kenzo Tange (1987) de Japón; Álvaro Siza de Portugal (1992); el francés Christian de Portzamparc (1994); Rafael Moneo (1996) de España; el italiano Renzo Piano (1998); y los suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron (2001).

Entre los lugares singulares donde se realizaron ceremonias se destacan el Templo budista Todai-ji, elegido para la entrega del premio al estadounidense Frank Gehry en 1989; el Museo Guggenheim de Bilbao donde recibió el premio el noruego Sverre Fehn (1997).

En el Altes Museum de Berlín fue galardonado Sir Norman Foster (1999) del Reino Unido (flamante ganador del Premio Príncipe de Asturias a las Artes 2009). En Italia hubo dos ceremonias, la primera en 1990, en el Palazzo Grassi de Venecia cuando el premiado fue Aldo Rossi (Italia), y en 2002, para la distinción del australiano Glenn Murcutt, que vino a Buenos Aires para el Premio de la Universidad de Palermo.

En 1993, el acto se realizó en el Castillo de Praga en la Republica Checa cuando se distinguió a Fumihiko Maki. Dos años más tarde, otro arquitecto japonés, Tadao Ando recibió el Premio 1995 en el Palacio Versailles de Francia. En el Parque Arqueológico de Jerusalén, al pie del Monte del Templo, se entregó el premio al arquitecto holandés Rem Koolhaas (2000).

Presidido por los reyes de España, el acto se llevó a cabo en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid en el homenaje al danés Jorn Utzon que diseñó la Ópera de Sidney.

Latinoamérica tiene tres arquitectos premiados, dos de América del Sur, los brasileños Oscar Niemeyer (1998) y Paulo Mendes da Rocha (2006), cuyas ceremonias se realizaron en Chicago y en Estambul respectivamente; y el mexicano Luis Barragán (1980), uno de los grandes maestros de la arquitectura latinoamericana, quien sostuvo: «Deberíamos conseguir, con la arquitectura moderna, la misma atracción que existe en las superficies, espacios y volúmenes de la arquitectura precolombina y la colonial y popular, pero con una expresión netamente contemporánea. Obvio resulta que no podemos repetir nosotros esas formas, pero sí concentrarnos en analizar en qué consistía la esencia de esos jardines, esas plazas, esos espacios. Nos asombra que en la arquitectura actual no se haya logrado una solución capaz de manifestar la atracción y la belleza de un lugar...».

Conceptos que se relacionan con algunos de los fundamentos del jurado de 2009, cuando señala que Peter Zumthor reduce la arquitectura a su esencia más despojada, pues ha reafirmado el lugar indispensable que guarda la arquitectura en un mundo tan frágil.

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