Londres - El presidente estadounidense, Donald Trump, expresó ayer su confianza en que su país alcance un tratado comercial “extraordinario” con el Reino Unido tras el “brexit”, y se declaró convencido de que llegará a un acuerdo con Londres sobre su relación con el grupo chino Huawei.
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Trump insta a Londres al "brexit" duro y promete pacto "extraordinario"
Sus dichos sobre un amplio libre comercio bilateral son música para los oídos de los partidarios de una ruptura tajante con la Unión Europea. Mantuvo diálogos y encuentros con aspirantes a suceder a May.

El Reino Unido debía abandonar la Unión Europea el 29 de marzo, pero ante el rechazo del Parlamento al acuerdo alcanzado con Bruselas por la primera ministra Theresa May, la fecha tuvo que ser aplazada dos veces, ahora hasta el 31 del octubre.
Los partidarios del “brexit” reivindican poder firmar acuerdos de libre comercio con terceros países y tienen sus esperanzas puestas sobre todo en Estados Unidos, el mayor socio comercial del país, con el que el intercambio alcanzó a 240.000 millones de dólares el año pasado.
“Hay un potencial tremendo en ese acuerdo comercial”, afirmó Trump en una conferencia de prensa al término de un encuentro con May en el segundo día de su visita de Estado. Horas antes, durante una reunión con empresarios, había afirmado: “Creo que tendremos un acuerdo comercial muy, muy sustancial”.
Sin embargo, la polémica estalló cuando Estados Unidos sugirió que el Reino Unido debería permitir la entrada de productos agrícolas estadounidenses como el pollo tratado con cloro y autorizar a empresas privadas norteamericanas a participar en el servicio público de sanidad británico, el NHS.
“Cuando usted negocia sobre comercio, todo está sobre la mesa. Entonces también el NHS y todo el resto, y mucho más aún”, confirmó Trump.
“Podemos diferir a veces sobre cómo enfrentar los desafíos”, reconoció May, quien sin embargo no tendrá mucho que negociar con el mandatario porque, como anunció hace diez días, dimitirá oficialmente el viernes, aunque permanecerá en el cargo hasta que se designe a su sucesor.
May fue la primera mandataria extranjera que Trump recibió en la Casa Blanca, pero la relación entre ambos no es idílica: Londres defiende el acuerdo nuclear con Irán y el del clima de París, ambos rechazados por Washington.
Mientras, el mandatario estadounidense presiona para que el Reino Unido excluya al gigante tecnológico chino Huawei de su red 5G, sugiriendo que no hacerlo podría dañar la cooperación de inteligencia entre ambos países.
Según la prensa británica, May decidió permitir que Huawei construya partes de su próxima generación de internet móvil. Pero Trump afirmó estar “absolutamente seguro” de que ambos países llegarán a un acuerdo.
Mientras hablaban, decenas de miles de protestaban en el centro de Londres.
Una cuenta regresiva precedió al alzamiento de un enorme globo representando a un furioso “bebé Trump” de color naranja y con pañales, que ya había causado furor en las multitudinarias manifestaciones del año pasado, en ocasión de una visita de trabajo del presidente estadounidense.
“Sus políticas son terribles, pero él mismo, es horrible. Es simplemente vil. Ofreciéndole una visita de Estado parece que estamos de acuerdo con él, así que queremos decirle ‘¡no sos bienvenido, andate a tu casa!’”, dijo la manifestante, Lauren Donaldson, de 31 años.
Enfrentado con México por el flujo de migrantes que llega a la frontera estadounidense, Trump afirmó ayer que su gobierno “tiene que hacer más para frenar este ataque, esta invasión a nuestro país” y de lo contrario, aseguró, impondrá fuertes aranceles.
También participó en la manifestación el líder de la oposición británica, el laborista Jeremy Corbyn, quien arengó a la multitud con un discurso contra la “guerra” y la “codicia”, y a favor del planeta y los migrantes.
Trump dijo haber rechazado reunirse con Corbyn y calificó de “noticias falsas” las informaciones sobre manifestaciones masivas, diciendo que fueron “muy pequeñas” tras haber afirmando previamente que no las había visto.
En lo que muchos consideraron una nueva intromisión en la política británica, que se suma a su consejo de que Londres se lance a un “brexit” duro, es decir sin acuerdo con la UE, Trump conversó con candidatos a suceder a la primera ministra.
Mantuvo una conservación telefónica de 20 minutos con el excanciller Boris Johnson, quien rehusó sin embargo una reunión en persona afirmando que coincidiría con el primer debate de los aspirantes. Pidió también reunirse con el secretario de Medio Ambiente, Michael Gove, y según la prensa planeaba verse hoy con el actual canciller, Jeremy Hunt.
Downing Street consideró estos contactos “inevitables” en el contexto político británico, y señaló que el estadounidense había tenido la “cortesía” de informar a May.
Por la tarde, el populista de derecha Nigel Farage, líder del Partido del Brexit y descrito como un “amigo” por Trump, escribió en Twitter que había mantenido una “buena reunión” con el presidente que, según él, “cree realmente en el ‘brexit’ y le encanta su viaje a Londres”.
Trump ofreció anoche una cena oficial con la presencia del príncipe Carlos en la residencia del embajador estadounidense.
Agencias AFP, Reuters y ANSA
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