29 de agosto 2012 - 00:00

Una lesión inesperada

Nalbandian no podrá jugar el US Open, y el esperado clásico con Del Potro quedará pendiente. Además, su participación en la Copa Davis también es una incógnita.
Nalbandian no podrá jugar el US Open, y el esperado clásico con Del Potro quedará pendiente. Además, su participación en la Copa Davis también es una incógnita.
Fue una de esas noticias inesperadas que cayó como una daga en el US Open, sobre todo para la Legión argentina. Es que el clásico que iba a disputarse hoy entre David Nalbandian y Juan Martín Del Potro quedó trunco. El cordobés se lesionó en la zona abdominal y decidió no presentarse al choque de primera rueda. De este modo, la Torre de Tandil tendrá que enfrentar en su presentación en Flushing Meadows al francés Florent Serra, quien perdió en la última ronda de la clasificación e ingresó como lucky loser (perdedor afortunado). Será en el tercer turno (cerca de las 17 de la Argentina) en el estadio Louis Armstrong, el segundo en importancia del complejo neoyorquino.

Todavía no está confirmado el grado de la lesión: el problema es en la zona abdominal y, mientras algunas informaciones -basadas en fuentes oficiales de la ATP- hablan de un desgarro, otras aseguran que por ahora sólo se puede confirmar una distensión. Suficiente, de todos modos, como para que no juegue el esperado choque ante Delpo. La noticia es mala en todo sentido para Nalbandian. Por un lado, porque se pierde uno de los grandes compromisos del año ante su archirrival. Por otro, porque la lesión lo pone obligatoriamente en duda para la serie de Copa Davis, que se jugará del 14 al 16 de setiembre en el estadio Mary Terán de Weiss, en el complejo de Parque Roca, ante República Checa, por las semifinales.

Incluso, el capitán del equipo argentino, Martín Jaite, estaba en la sala de jugadores de Flushing Meadows para conversar con David y su entorno, con la idea de conocer su estado antes de la Eliminatoria que lo tiene como uno de las naves insignia del equipo albiceleste. La lesión, que se le produjo a David durante un entrenamiento el viernes pasado, también lo dejó al margen del dobles, donde iba a jugar con Eduardo Schwank para buscar la mejor forma para la anhelada Ensaladera de Plata, su gran obsesión antes del retiro. ¿Llegará?

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