«La luz del bosque» (Argentina, 2008, habl. en español). Dir.: J.J. Pstyga y O. Escasany. Guión: J.J. Pstyga y M. Canda Escribano. Int.: B. Kohn, C. Carrizo, C. Harvey, F. Lupiz, J. Dorio, E. González, K. Melnizky, M. Brusco.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Esta película fue rodada hace poco. Sin embargo parece haberse hecho cuando sus realizadores eran niños. Quién sabe, tal vez ellos quisieron, deliberadamente, realizar algo similar a alguna película u obra de teatro que vieron y soñaron reproducir en su infancia. El estilo narrativo, el tranquilo compás de los sucesos, la inocencia del relato, la sencilla puesta en escena, y la moraleja misma, responden al gusto de cierto teatro infantil que las nuevas generaciones, tan aceleradas, apenas conocen.
Si es así, cabe apreciar lo bueno de la intención. Lástima, claro, que los autores no hayan tenido la suficiente experiencia como para manejar con más ritmo y gracia las escenas, y el suficiente presupuesto como para escribir y vestir mejor la historia que nos cuentan, filmada en un bosque, es cierto, pero un bosque de Ezeiza, lo cual disminuye bastante su posible encanto de supuesto bosque encantado, aunque haya por ahí una bruja antropófoga que muestra hasta las caries, tres dentaduras sueltas que hablan y quieren comer, un tío grandote que hace de cazador malo, unos enanos taladores, que cortan arbustos acompañados por úsica de circo, y un hada mala, hermana del hada buena, porque, como explica ésta, fueron criadas por distintos duendes.
El hada buena es Caramelito Carrizo, pero apenas se luce, porque un embrujo la mantiene sentada y a riesgo de ser destruida por una enredadera que va creciendo, mientras los tres niños protagonistas intentan encontrar a su hijito secuestrado (ah, si, es hada pero tuvo un bebé con el caballero de la luz, o con un caballero que resultó ser una luz, y ahora se fue a combatir enemigos por algún otro lado). Caramelito hace también de mamá de dos de los niños, y canta recién al final, cuando ya están pasando los créditos. Fernando Lupiz es el caballero y también hace de papá dibujante. Celeste Harvey es la bruja mala, y Eduardo Harvey el director de arte y autor de unos dibujos de historieta que van anticipando la acción, para que los más chiquitos no se asusten, o a veces directamente reemplazan la acción, para que el director de producción no se asuste.
Dejá tu comentario