26 de enero 2021 - 00:00

El enigma criminal estilo inglés siempre paga

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Acaso fueron los amantes del policial, hartos de la mezcla de novela negra con novela de terror, los que de la noche a la mañana convirtieron en best seller a “El club del crimen de los jueves”, una “novela al viejo estilo” donde no hay asesinos seriales ni violencia desenfrenada ni cataratas de sangre, sino que sólo se trata de descubrir quién hizo de alguien un cadáver. A Richard Osman, guionista de TV y conductor de un exitoso programa de preguntas y respuestas de la BBC de Londres, se le ocurrió recuperar la tradición británica de la “novela de enigma”, el “whodunit”, género clásico al que dieron fama, entre otros, Conan Doyle, Chesterton y Agatha Christie. Reunió en un exclusivo geriátrico -montado en un viejo monasterio- cuatro encantadores ancianitos que de ancianos sólo tienen la edad porque son vitales, ágiles e inteligentes, y deciden usar los jueves el Salón de Rompecabezas de esa institución high class para transformarse en detectives. El cuarteto de investigadores lo forman Elizabeth, impulsora del club, que debe de haber sido por lo menos espía o servicio de inteligencia; Ibrahim, metódico ex psiquiatra; Ron “Red”, ex militante y barrabrava de un equipo de fútbol, y la ex enfermera Joyce, que se pasa contándole al lector chismes del grupo y de las investigaciones realizadas.

Comienzan con viejos expedientes (dados por una oficial de policía que se convierte en cómplice) buscando esclarecer asesinatos sin resolver, aquellos en que la policía de Kent, con admirable incompetencia, no logró dar con el criminal. De pronto, el crimen golpea la puerta del Salón de Rompecabezas. Un emprendedor inmobiliario, que tiene que ver de modo directo con el geriátrico -de algún modo es su creador y piensa expandir el negocio- aparece muerto. El Club ahora tiene un cadáver fresco como para lanzarse a investigar, identificar sospechosos, descubrir las causas (como siempre, en el fondo, de beneficio pecuniario), y hasta ponerse en peligro. Ingeniosa, entretenida, con humoradas, trucos y trampas (con claras deudas a Miss Marple), la opera prima de Richard Osman fue prestamente adquirida por Amblin, la productora de Steven Spielberg, para llevarla al cine.

M.S.

=Richard Osman, “El club del crimen de los jueves” (Espasa, Bs. As., 2020, 462 págs.).

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