"No es la circulación del dinero, es el gasto lo que importa", aseguró el economista que es muy escuchado por el presidente Javier Milei. Sostuvo que el paquete de medidas del Gobierno apunta a destrabarlo.
El economista aclara que el verdadero debate no es sobre el "colchón.
"Cuando escucho decir que las medidas del Gobierno buscan que el dinero ‘circule’, no puedo evitar sonreír", comenta el economista Juan Carlos de Pablo, uno de los hombres que más escucha el presidente Javier Milei, al referirse al reciente Decreto 353/25 y las cuatro resoluciones generales dictadas por ARCA que buscan "liberar" los ahorros que los argentinos tienen fuera del sistema formal.
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“Todo el dinero está en circulación”, afirma De Pablo. “Ni el que tenemos en el bolsillo, ni el que está depositado en una cuenta bancaria ‘circula’ en el sentido físico. Tampoco circula si uno se lo pasa de un bolsillo a otro. La cuestión no es esa, la clave es el gasto, que es un flujo, no un stock”, explica.
De Pablo señala que el verdadero punto de análisis es entender que el gasto implica una decisión: “Cuando uno saca plata del bolsillo y se la da a otro a cambio de algo –sea un bien o un servicio– ahí sí el dinero efectivamente ‘circula’. No es magia, es una transacción. Pero no confundamos: lo que importa es que haya gente dispuesta a gastar, no que se mueva el dinero de un lugar a otro”.
En este sentido, el economista destaca que el paquete de medidas del Gobierno apunta a destrabar parte de ese gasto: “El decreto y las resoluciones de ARCA pueden aumentar la demanda agregada si hay personas que, por haber regularizado su situación fiscal, ahora se sienten más libres de usar sus ahorros –blancos desde el punto de vista impositivo– y, por ejemplo, invierten en consumo o bienes de capital”.
De Pablo también advierte que “la simplificación que traen estas medidas es bienvenida. Vivir bajo sospecha, tener que informar cada movimiento, no solo complica la vida cotidiana, sino que tampoco demostró ser eficaz para recaudar más ni para reducir la evasión. Así que, cualquier paso que nos permita salir de esa maraña burocrática, es positivo”.
Finalmente, el economista aclara que el verdadero debate no es sobre el "colchón": “Basta de hablar del colchón, que es una cuestión geográfica. Acá la cuestión es si los dólares son blancos o negros, desde el punto de vista impositivo y cambiario. Eso es lo que hay que mirar”.
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