Un gesto cotidiano como usar lámparas de secado para fijar esmaltes en las uñas puede provocar consecuencias graves como la muerte celular o el cáncer de piel. Científicos del CONICET comprobaron que estos dispositivos, comunes en kits de manicura casera, alteran en apenas minutos moléculas esenciales de la piel, incluyendo la enzima responsable de producir melanina.
Atención: científicos argentinos descubren que las cabinas de luz para uñas alteran la estructura molecular de la piel
Un estudio argentino revela que un producto usado en casa cada semana modifica moléculas de la piel. Lo preocupante: es de venta libre y sin advertencias.
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Las lámparas LED para uñas emiten radiación que puede modificar moléculas naturales de la piel.
Estos aparatos emiten radiación ultravioleta, muy utilizados en el mundo de la manicura. Investigadores del CONICET demostraron que la exposición frecuente a esta fuente de luz puede provocar alteraciones químicas en compuestos naturales del cuerpo, y con ello, afectar funciones biológicas clave.
El trabajo fue realizado por un equipo del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET–UNLP) y publicado en la revista Chemical Research in Toxicology. La inquietud surgió hace cuatro años, cuando la investigadora María Laura Dántola notó la impecable manicura de muchas de sus alumnas. Tras preguntarles, descubrió que se hacían esmaltes semipermanentes en casa con lámparas LED y materiales accesibles.
“Los primeros dispositivos de este tipo utilizaban radiación de tipo UVA y luego fueron cambiando a luz LED UVA visible. Si bien es cierto que aquellas lámparas eran mucho más perjudiciales, en nuestra investigación probamos que igualmente las modernas provocan modificaciones químicas en moléculas de la piel”, señaló Mariana Serrano, también investigadora del CONICET y coautora del estudio.
Según explicó, la preocupación aumenta por “el uso indiscriminado de estos dispositivos, sin control alguno ni regulaciones que exijan a los fabricantes que informen sobre los eventuales riesgos”.
Los riesgos invisibles del secado exprés
El equipo diseñó pruebas que simulan el uso doméstico del aparato. “Tras una exposición de cuatro minutos, lo que dura un ciclo típico de manicura, observamos que todos los compuestos estudiados sufren modificaciones que conducen a una alteración de sus funciones biológicas”, detalló Serrano.
Los daños van desde fotoalergias e irritaciones hasta problemas más graves como distintos tipos de cáncer de piel. Se trata de procesos que, de una u otra forma, derivan en la muerte celular. El ejemplo más claro en este caso es la acción que se produce sobre la tirosinasa, una de las enzimas que participan de la síntesis de melanina. Una vez que esa función se altera o desaparece, el cuerpo pierde esa protección natural.
Según el estudio, las alteraciones químicas que sufren las moléculas de la piel son comparables a las provocadas por la radiación solar que recibe la ciudad de La Plata un mediodía de primavera. Por eso, los especialistas recomiendan informar a los usuarios sobre estos riesgos y adoptar medidas preventivas, como usar protector solar o guantes que cubran las manos durante el secado.
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