Científicos del Conicet reclamaron contra el ajuste y advirtieron sobre el desmantelamiento del sistema

Con recortes, becas frenadas y salarios congelados, el sistema científico argentino atraviesa una crisis sin precedentes. Piden frenar el vaciamiento.

Científicos y becarios se movilizaron en el Polo Científico porteño para expresar su rechazo a los recortes y la falta de ingresos en el Conicet.

Científicos y becarios se movilizaron en el Polo Científico porteño para expresar su rechazo a los recortes y la falta de ingresos en el Conicet.

X: @Solanopo

Investigadores, científicos y docentes se autoconvocaron este miércoles en el Polo Científico y Tecnológico de la Ciudad de Buenos Aires reclamando contra el ajuste en la ciencia llevado adelante por el Gobierno de Javier Milei. Denunciaron recortes que afectan el ingreso al CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), el congelamiento del presupuesto y la caída del poder adquisitivo.

Bajo el lema “No al cientificidio”, “Nadie se salva solo”, “Una nieve tóxica contra la ciencia y la universidad” y con una estética inspirada en El Eternauta, los manifestantes salieron a las calles para expresar su preocupación por los recortes en ciencia y tecnología. La marcha, no solo buscó visibilizar la situación actual, sino también generar conciencia sobre las consecuencias a largo plazo de la desinversión en estos sectores estratégicos.

La política de este Gobierno de abandono a la ciencia nos está llevando a la ruina. No tenemos fondos, no nos liberan dinero para trabajar y llevar adelante los proyectos de investigación, para pagar a los becarios, para el mantenimiento de los edificios”, expresó uno de los científicos a C5N durante la protesta. Otros calificaron la situación como “caótica” y advirtieron que “la ciencia tiene que ser apoyada así como lo hicieron en su momento nuestros premios Nobel e historia relevante de nuestra industria”.

La ciencia argentina en jaque: recortes, abandono y resistencia

Con máscaras, trajes de buzo y carteles, investigadores e investigadoras de todo el país salieron a las calles inspirados en la serie El Eternauta. La protesta buscó visibilizar una crisis que no da tregua: según datos del grupo Economía Política Ciencia, el presupuesto destinado a ciencia y tecnología caerá un 24,9% en 2025, representando apenas el 0,153% del PBI, muy por debajo del 0,45% establecido por ley.

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La comunidad científica enfrenta un ajuste severo: salarios que cayeron un 34,7%, presupuesto congelado desde 2023 y cientos de ingresos frenados.

La comunidad científica enfrenta un ajuste severo: salarios que cayeron un 34,7%, presupuesto congelado desde 2023 y cientos de ingresos frenados.

Este ajuste proyectado implica una caída acumulada del 55,5% en diez años para el área de Ciencia y Tecnología. En el caso del CONICET, el deterioro será del 34,7%. Además, el presupuesto vigente para 2025 contempla un recorte real del 28,4% en salarios y del 22,7% en becas.

Frente a este escenario, las organizaciones científicas advierten sobre un proceso de vaciamiento en instituciones clave como el CONICET, el INTA y ARSAT. “Sin ciencia no hay futuro”, dicen los carteles, alertando que el presente pone en riesgo décadas de conocimiento, desarrollo y soberanía tecnológica.

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