El viaducto de Millau (foto), el puente más alto del mundo, diseñado por el arquitecto británico Norman Foster, será inaugurado hoy por el presidente francés, Jacques Chirac. Tres semanas antes de lo previsto y tres años después de que fuese depositada la primera piedra, será inaugurada esta proeza técnica que sobrevuela el río Tarn, une las planicies de Rouge y Larzac y pulveriza todos los récords. Siete pilares de hormigón, el mayor de los cuales alcanza los 343 metros (el récord anterior, con 180 metros, lo ostentaba el viaducto alemán de Kochertal), sostienen una calzada metálica de 36.000 toneladas, que sobrepasa en 23 metros la altura de la Torre Eiffel. Con su forma elegante, su perfil ligero y su concepción armoniosa, pese a sus 290.000 toneladas de peso, el puente, de 2.460 metros de largo y 32 metros de ancho, es la porción que le faltaba a la autopista A75, «La Meridiana», para unir París y el Mediterráneo de un solo trazo. Los especialistas consideran la obra como el primer gran proyecto del siglo XXI.
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