19 de junio 2007 - 00:00

Reabren el "Café de los Angelitos"

En la esquina de Av. Rivadavia y Rincón
En la esquina de Av. Rivadavia y Rincón
El histórico Café de los Angelitos, uno de los máximos símbolos de Buenos Aires, reabrió sus puertas hoy con la mira puesta en la captación del turismo extranjero, luego de que permaneciera 15 años cerrado.

La reinauguración del tradicional local, ubicado en la avenida Rivadavia y Rincón, se concretó mediante una fiesta, de la cual participaron diversas personalidades de la cultura y especialmente del tango.

El café -que en sus años dorados era frecuentado por figuras como Carlos Gardel, el escritor José Ingenieros y los dirigentes socialistas Juan B. Justo y Alfredo Palacios- finalmente mañana abrirá al público general, luego de que hoy se presentara en sociedad para los invitados especiales.

Tras su reapertura, un café tiene un valor de 3,50 pesos (1,12 dólares), precio promedio en los bares porteños, aunque lo que estará fuera del alcance del bolsillo local es la cena con espectáculo de tango, con un costo de 250 pesos (81 dólares) por persona.

El Café de los Angelitos evidentemente apuntará a explotar el boom del tango que se vive actualmente, y que representa para Buenos Aires importantes ingresos de divisas.

El bar, que debió cerrar en 1993, fue homenajeado en 1945 a través de un tango con letra y música de Cátulo Castillo y José Razzano, quien formó un dúo con Gardel.

Fundado en 1890 por el italiano Batista Fazio, en primera instancia fue bautizado con el nombre "Bar Rivadavia", y en aquellos tiempos su clientela estaba compuesta por personas dedicadas a la delincuencia.

Por este motivo, un comisario de la zona llamaba irónicamente a esta gente "angelitos", sin imaginar que le iba a poner nombre a uno de los más populares cafés de Buenos Aires, según cuenta la historia.

Luego, el café -situado a media cuadra del Congreso- se fue poblando de políticos y pensadores, pero con el tiempo se convirtió en un lugar de almuerzo de oficinistas que sólo recobraba cierto brillo tanguero por las noches.

A partir del cierre, el Café de los Angelitos fue parcialmente demolido.

Durante 15 años, el intento de transformarlo en un emprendimiento inmobiliario lucrativo fue resistido por vecinos que pelearon por su recuperación, proyecto que se ve coronado ahora con su reapertura.

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