14 de marzo 2024 - 00:00

Día mundial de la incontinencia urinaria: lo que hay que saber

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Según la Sociedad Internacional de Continencia ICS, con sede en el Reino Unido, es "una condición en la que se produce una pérdida involuntaria de orina, que es objetivamente demostrable y que es un problema social o higiénico".

La percepción sobre este trastorno varía según su nivel de conocimiento y experiencia personal, veamos:

1. Se la asocia con la vejez: muchas personas creen que la incontinencia urinaria es un problema exclusivo de la vejez y de las mujeres, pero, en realidad, puede afectar a personas de ambos sexos, de todas las edades, incluidos jóvenes y niños. Según datos de estudios y encuestas realizadas en varios países, incluida la Argentina, se estima que alrededor del 5-10% de los hombres puede experimentar algún grado de incontinencia en algún momento de sus vidas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos números pueden variar según la edad y antecedentes médicos

2. Se genera por hacer esfuerzos: si bien es cierto que hacer un esfuerzo como toser, correr o reír puede desencadenar pérdida de orina, hay otros síntomas frecuentes como incontinencia de urgencia (“no llegar al baño”), nocturna o, simplemente, no poder reconocer el momento en el que se produce la fuga.

3. Se la asocia con debilidad muscular: algunas personas creen que se debe únicamente a una debilidad en los músculos del suelo pélvico. En realidad, esto es falso dado que hay varios factores que pueden contribuir a su desarrollo, alteraciones hormonales, enfermedades neurológicas, medicamentos y cirugías previas, entre otros. Si se divide por sexo, las principales causas son:

En mujeres: antecedentes por el embarazo o partos vaginales, diabetes, menopausia, retener orina por largos períodos de tiempo o elevado índice de masa corporal. En hombres: edad, antecedentes de síntomas urinarios obstructivos, cirugías de próstata y enfermedades cognitivas, entre otros.

4. Limita la vida diaria: la incontinencia urinaria limita las actividades diarias y la participación en la vida social, lo cual puede generar preocupación y ansiedad.

5. Genera vergüenza: quienes la padecen pueden sentirse avergonzados de hablar sobre el tema o de buscar ayuda médica. La percepción general es que la incontinencia urinaria implica una pérdida total de control sobre la vejiga, lo que puede llevar a la idea errónea de que es un problema irreversible.

Es importante destacar que la incontinencia urinaria es un problema médico tratable. Lo primero que hay que hacer es reconocer la causa, averiguar antecedentes médicos y quirúrgicos, y realizar un detallado examen físico para luego elegir la mejor opción de tratamiento, que van desde cambios en el estilo de vida, kinesiología, medicamentos, cirugías que reposicionan órganos o tejidos pélvicos, entre otros. La elección del procedimiento debe ser consensuada con el paciente, explicarle riesgos y beneficios de cada una de las terapias.

En síntesis, vivir con incontinencia de orina no debería naturalizarse dado que tiene solución.

Médica uróloga especialista en disfunciones miccionales. Centro Argentino de Urología. MN 146.060.

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