Todos saben que para poder llevar una alimentación sana y nutritiva, el huevo es un factor sumamente importante. De hecho, incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo tuvo en cuenta a la hora de indicar los alimentos clave para tener una buena dieta. Según Raquel Frías, una dietista y chef, este alimento es una gran fuente de proteínas.
El huevo contiene unos aminoácidos que resultan esenciales ya que el cuerpo no los puede producir por su cuenta. Un huevo de aproximadamente 50 gramos aporta alrededor de 6,5 gramos de proteína. Incluso se puede contar la clara, ya que por sus diversos compuestos, es muy rica en ovoalbúmina, que es una propiedad muy útil para los cocineros que quieran preparar alimentos como merengues o bizcochuelos.
¿Cuál es la manera más saludable de comer huevo?
Al contener una gran cantidad vitaminas y minerales que son excelentes para la salud del ser humano, sin dejar de lado su gran valor proteico, es muy importante saber de que manera prepararlo para garantizar que todo eso sea aprovechado.
Si bien se puede consumir frito, revuelto, hecho tortilla, cocido o incluso crudo, según la dietóloga, la mejor manera de comerlo es escalfado o pasado por agua. Raquel Frías explica que preparándolo de esta manera, se puede optimizar la nutrición y minimizar los inconvenientes.
¿Cómo consumirlo?
Como dijo Raquel, la mejor forma de consumo es escalfado, cocido sin cáscara en agua caliente, o pasado por agua con cáscara por un tiempo breve.
Para escalfarlo, lo necesario es romper un huevo en una taza e introducirlo en el agua caliente, permitiendo que ésta entre en el recipiente lentamente. Una vez que se hace eso, se desliza el huevo dentro del agua y se retira la taza. Ahí se tapa la cacerola y se deja que el huevo se escalfe durante unos pocos minutos.
Para prepararlo pasado al agua, el procedimiento es el mismo pero asegurándose de no romperlo y sumergiéndolo unos minutos más.
Estas maneras de cocinarlo son muy buenas porque:
- Implica una excelente absorción de nutrientes, ya que la proteína de la clara está cocida y es altamente digerible, mientras que la yema líquida conserva al máximo sus vitaminas liposolubles (A, D, E) y antioxidantes, que son más sensibles al calor.
- No tiene calorías de más y se eliminan todas las bacterias al prepararlo.
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