5 de julio 2006 - 00:00

Crece temor por el soldado israelí

Gaza (EFE, AFP, Reuters, ANSA) - El ultimátum de 24 horas lanzado por los secuestradores del soldado israelí exigiendo al Estado hebreo la liberación de decenas de presos palestinos expiró ayer, pero todo indica que el joven de 19 años sigue con vida. Por la tarde, milicias palestinas lanzaron un misil que impactó en un colegio israelí, provocando una nueva ofensiva de ese país en Gaza.

Israel mostró que no está dispuesto a plegarse a las exigencias de los terroristas que reivindicaron el rapto y siguió adelante con su ofensiva en la Franja de Gaza, destinada a forzar la liberación del militar. «No negociaremos con los terroristas. Actuaremos con la fuerza necesaria y no cederemos al chantaje», declaró tajante el primer ministro, Ehud Olmert. Esta campaña podría convertirse en «una larga guerra», aseguró, mientras observadores hablaban de una duración de varios meses.

Según el jefe de gobierno, el cabo Gilad Shalit «está en manos de terroristasbrutales y crueles que quieren derrumbar los pilares del Estado de Israel, pero que sólo consiguen perjudicar a la población palestina».

Los grupos que secuestraron a Shalitel 25 de junio aseguraron que no desean matarlo, pese a que el ultimátum lanzado a Israel terminó sin ningún resultado. «Algunos piensan que lo mataremos, pero nuestros principios islámicos estipulan que hay que respetar a los prisioneros y no quitarles la vida», declaró, curiosamente, Abu Muthanna, un portavoz del Ejército del Islam, uno de los grupos que reivindicaron el secuestro.

  • Exhortación

    En la misma línea, el primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, líder del movimiento Hamas, que domina el gobierno, exhortó a los tres grupos terroristas que capturaron al militar a que lo mantengan con vida y pidió que continúen las negociaciones para poner fin a esta crisis de forma pacífica.

    Los captores del Shalit -algunos de ellos pertenecen a Hamas- reclaman la liberación de mujeres y niños palestinos que están en las cárceles israelíes y la de otros 1.000 detenidos de varios países árabes, entre ellos varios líderes de grupos terroristas. El lunes, las Brigadas Azzedin al-Qassam, brazo armado de Hamas, los Comités de Resistencia Popular y el Ejército del Islam, que se proclaman autores del secuestro, dieron 24 horas a Israel para satisfacer estas exigencias.

    Paralelamente, un proyectil palestino de fabricación artesanal disparado desde la Franja de Gaza cayó en una escuela israelí de Ashkelon sin provocar víctimas, indicó un portavoz del ejército israelí.

    Olmert consideró este acto «de una gravedad sin precedentes», en declaraciones transmitidas por un canal de la televisión pública local. Luego del suceso, el ministro israelí de Defensa, Amir Péretz, ordenó al ejército intensificar las operaciones militares contra los grupos armados palestinos.
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