Crisis en Uruguay: Vázquez debió avalar al jefe del Ejército
-
"Alertamos al mundo": Corina Machado pidió salvoconducto a los diplomáticos asilados en la Embajada argentina en Caracas
-
Masivas marchas en Francia reclaman contra "un golpe de Estado" de Macron
Sobre todos los acusados recae un exhorto de extradición librado por el juez federal argentino Guillermo Montenegro, por su presunta participación en el Plan Cóndor, que coordinó la represión entre las dictaduras de los años 70 en el Cono Sur.
Mientras algunas versiones de prensa dan cuenta que el jefe del Ejército se aprestaba a presentar su renuncia, el encargado de relaciones públicas del comando, coronel Roberto Molina, indicó que «por el momento sólo ha puesto su cargo a disposición para dejarle las manos libres al Poder Ejecutivo».
En filas castrenses, la huida del coronel Vázquez se interpreta como una «traición», ya que Díaz era el máximo responsable por su comportamiento, no sólo por su cargo sino por el hecho de que él fue quien se hizo cargo del mantenimiento de los acusados en dependencias militares en lugar de un centro penitenciario regular.
Tras la fuga, el gobierno uruguayo dispuso el inmediato cierre de fronteras, así como la orden de captura nacional e internacional a través de Interpol.
Por su parte, el Canal 12 de la televisión local afirmó haber recibido una llamada telefónica de Gilberto Vázquez indicando que se encontraba en Brasil, versión que aún no ha sido confirmada por las autoridades.
Mientras tanto, el resto de los detenidos fue trasladado ayer a centros penitenciarios más vigilados.
María Claudia García fue detenida el 24 de agosto de 1976 en Buenos Aires junto con su esposo, Marcelo Gelman, cuyo cadáver apareció después. La mujer estaba embarazada de siete meses cuando fue trasladada a Montevideo desde el centro de detención clandestino Automotores Orletti de Buenos Aires.
En el Hospital Militar de Montevideo, María Claudia dio a luz a una hija y luego desapareció. La niña fue adoptada por un matrimonio uruguayo y fue hallada tras una investigación que realizó su abuelo y que fue apoyada por el entonces presidente de Uruguay, Jorge Batlle, a fines de marzo de 2000.
Dejá tu comentario