13 de mayo 2024 - 00:00

Los idiomas y la dimensión cultural como factores de éxito en los vínculos comerciales

Diálogo con Florencia Pesce, Directora Académica del Centro Universitario de Idiomas (CUI).

Florencia Pesce

Florencia Pesce

Florencia Pesce, Directora Académica del Centro Universitario de Idiomas (CUI), remarcó la importancia de reconocer las características propias de países con culturas de alto y bajo contexto como parte del proceso de aprendizaje de una lengua extranjera.

“Sabemos que el manejo de una segunda lengua brinda más posibilidades en el ámbito laboral y a la vez abre nuevas perspectivas en el mundo de los negocios. Sin embargo, en un mundo cada vez más interconectado y globalizado, el dominio de lenguas extranjeras va más allá de su mero uso instrumental en contextos laborales internacionales”, comenta Florencia Pesce, Directora Académica del Centro Universitario de Idiomas (CUI) de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.

Periodista: ¿Qué aspectos considera relevantes para lograr una comunicación efectiva en otra lengua, al margen de la utilización instrumental del idioma?

FP: La habilidad de comunicarse en otros idiomas implica también adentrarse en su dimensión cultural, entendiendo sus matices, tradiciones y formas de pensamiento. Esto es crucial en un escenario donde los mercados se internacionalizan rápidamente, ya que el conocimiento cultural puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en las relaciones comerciales y laborales.

Los idiomas no son simplemente sistemas de comunicación, sino portadores de la riqueza cultural de una sociedad. Cada idioma encierra una cosmovisión única, transmitiendo valores, historias y formas de expresión que moldean la identidad de una comunidad. Por lo tanto, al aprender un idioma extranjero se accede a un mundo nuevo de significados y perspectivas, lo que enriquece enormemente la experiencia humana.

P: ¿A qué rasgos o características culturales conviene prestarles mayor atención a la hora de aprender un idioma?

PF: Para comprender la importancia de la dimensión cultural en el aprendizaje de un idioma, es útil examinar el concepto de culturas de alto y bajo contexto.

Esta diferencia es crucial en entornos laborales internacionales debido a su impacto directo en la comunicación efectiva y las relaciones interpersonales. En un mundo donde la globalización ha llevado a la interconexión de empresas de diferentes culturas y países, comprender estas disparidades culturales se vuelve fundamental para evitar malentendidos, conflictos y fracasos en las relaciones laborales.

P: ¿En qué se diferencian esas culturas de alto y bajo contexto que usted menciona?

PF: Las culturas de alto contexto tienden a comunicarse de manera indirecta, dando gran importancia al contexto y a las relaciones interpersonales. Por otro lado, las culturas de bajo contexto valoran la comunicación directa y explícita, donde las palabras tienen un peso mayor que el contexto circundante.

Reconocer que las culturas de alto contexto valoran la sutileza, el tono y las relaciones personales, mientras que las culturas de bajo contexto priorizan la claridad y la eficiencia en la comunicación, permite a los profesionales adaptar sus estrategias de comunicación y gestión de equipos de manera más efectiva. Esta comprensión facilita la construcción de relaciones laborales sólidas y respetuosas, promoviendo un ambiente de trabajo inclusivo y colaborativo que maximiza el potencial de los equipos internacionales.

P: ¿Podría mencionar algunos ejemplos?

FP: Un ejemplo claro de una cultura de alto contexto es Japón. En este país, las sutilezas del lenguaje y el respeto a la jerarquía son fundamentales en la comunicación. Por lo tanto, un empresario occidental que negocie con socios japoneses debe comprender estas dinámicas culturales para evitar malentendidos y construir relaciones sólidas.

En cambio, Estados Unidos es un ejemplo de una cultura de bajo contexto, donde la comunicación tiende a ser más directa y pragmática. Aquí, la eficiencia y la claridad son altamente valoradas en los negocios. Un ejecutivo extranjero que desee operar en el mercado estadounidense debe adaptarse a este estilo comunicativo para establecer relaciones comerciales exitosas.

P: ¿Cómo juegan los aspectos culturales a la hora de establecer vínculos comerciales con empresas de otros países o regiones?

FP: El dominio de un idioma, junto con el conocimiento profundo de la cultura de un país, proporciona una ventaja competitiva en los negocios internacionales. Permite establecer conexiones más genuinas con socios extranjeros, demostrando respeto y comprensión hacia sus valores y formas de hacer negocios. Además, reduce la probabilidad de malentendidos y conflictos, traduciéndose en beneficios en términos financieros y de reputación.

El manejo de un idioma en su dimensión cultural es esencial en un mundo globalizado donde los mercados son cada vez más internacionales. No se trata simplemente de adquirir habilidades lingüísticas, sino de explorar las raíces culturales que dan forma a ese idioma. Al comprender las diferencias entre culturas de alto y bajo contexto, y aplicar este conocimiento en contextos comerciales y laborales, se pueden construir puentes más sólidos y duraderos entre comunidades. En última instancia, esto contribuye a un mundo más interconectado y comprensivo, donde la diversidad lingüística y cultural es valorada y celebrada.

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