6 de mayo 2025 - 13:49

SanCor enfrenta un mes clave: se define la deuda y crecen las versiones sobre posibles inversores

El 29 de mayo vence el plazo de verificación de créditos en el concurso preventivo. Con la producción en mínimos históricos y sin capital fresco a la vista, el destino de la histórica cooperativa láctea se juega en tribunales.

SanCor no solo tiene una planta paralizada sino que también está en el mínimo de producción histórico. 

SanCor no solo tiene una planta paralizada sino que también está en el mínimo de producción histórico. 

La cooperativa SanCor atraviesa una instancia decisiva en su proceso concursal. El 29 de mayo vence el plazo para que los acreedores presenten la documentación necesaria para la verificación de créditos, una etapa clave para delimitar el pasivo total y comenzar a delinear su futuro. Según fuentes cercanas al expediente, el pasivo podría superar los u$s400 millones, aunque todavía no hay una cifra consolidada.

El proceso es seguido de cerca por distintos actores del sector lácteo y financiero, ya que la expectativa es que el cierre de esta etapa permita atraer a potenciales inversores o, al menos, definir si existe una vía para evitar la quiebra. Uno de los datos relevantes que surgieron en las últimas horas es que un banco extranjero habría iniciado trámites de presentación documental, lo que podría convertirlo en uno de los principales acreedores de la firma. No obstante, se aclara que ello no implica interés de compra.

Producción mínima y planta cerrada

A más de tres meses de la apertura del concurso, la crisis operativa de SanCor se agrava semana a semana. En la actualidad, la firma apenas procesa entre 50.000 y 60.000 litros de leche diarios, muy lejos de los 4 millones de litros por día que llegó a manejar en sus mejores épocas. Su participación en las góndolas es marginal, y la planta de La Carlota —clave en la elaboración de quesos duros— sigue cerrada desde el 6 de enero.

La estructura también se achicó drásticamente en términos de empleo: de los 1.350 trabajadores registrados hace un año, hoy quedan aproximadamente 850, producto de retiros voluntarios, despidos y jubilaciones. Aún así, la cooperativa no logra estabilizar sus operaciones y necesita una inversión significativa en materia prima y tecnología para recuperar niveles mínimos de competitividad.

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A más de tres meses de la apertura del concurso, la crisis operativa de SanCor se agrava semana a semana.

A más de tres meses de la apertura del concurso, la crisis operativa de SanCor se agrava semana a semana.

Concurso Clase A, sindicatura plural y riesgo latente de quiebra

El expediente está radicado en el Juzgado Civil y Comercial de la Cuarta Nominación de Rafaela, a cargo del juez Guillermo Vales, quien lo calificó como concurso de Clase A debido a su magnitud. Esto implica que habrá una sindicatura plural encargada de controlar el proceso. Además del plazo del 29 de mayo, se fijó el 1 de julio como fecha límite para impugnaciones a los créditos verificados.

El objetivo del magistrado parece ser evitar una salida por vía de la quiebra, habilitando la posibilidad de una venta directa sin pasar por remate judicial. Algunos acreedores analizan conformar un consorcio de representación común para tener peso en una eventual negociación con interesados. Mientras tanto, la búsqueda de inversores privados sigue abierta y sin resultados concretos.

En paralelo, la cooperativa enfrentó en los últimos meses intentos de remate de mercadería por parte de acreedores, como el caso de Hypred Argentina, que busca subastar 43 toneladas de queso para cobrar una deuda pendiente. Aunque la Justicia frenó temporalmente la ejecución, los embates individuales se repiten y reflejan el deterioro patrimonial de la firma.

Una historia de rescates frustrados y promesas incumplidas

El actual proceso judicial no es el primer intento por evitar el colapso de SanCor. En los últimos años se ensayaron distintos modelos de rescate, incluyendo un acuerdo frustrado con un grupo de empresarios vinculados al gremio ATILRA y, previamente, negociaciones fallidas con Fondos de Inversión, capitales venezolanos y hasta propuestas avaladas por el propio Gobierno nacional.

Ninguno de esos planes prosperó. La falta de consenso entre los actores involucrados, sumada a dudas sobre el pasivo real, la titularidad de los activos y el modelo de gestión cooperativo, terminaron por dinamitar cada iniciativa. Hoy, SanCor parece depender casi exclusivamente de lo que ocurra en sede judicial.

Con el reloj en cuenta regresiva, mayo aparece como un mes bisagra: si no hay avances concretos, la cooperativa quedará al borde del colapso definitivo, con riesgo creciente de quiebra.

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