Su pasión número uno es la NBA, pero con su fortuna decide ayudar a los que menos tienen: quién es Tony Ressler

Este empresario exitoso eligió usar su influencia económica para transformar vidas y marcar una diferencia fuera de las canchas.

Tony Ressler usa su fortuna para mejorar la vida de los más vulnerables.

Si bien a lo largo de su carrera logró destacarse en las finanzas, la verdad es que lo que realmente lo distingue es su forma de usar su éxito económico para llevar a cabo acciones que tienen impacto en la sociedad. Fanático del básquet, encontró en el deporte una herramienta poderosa para acercarse a la comunidad.

Hoy es una de las figuras más reconocidas del ambiente deportivo estadounidense, no solo por sus inversiones, sino por la vuelta de tuerca solidaria que aplica en cada nuevo proyecto que lleva a cabo.

¿Quién es Tony Ressler? El dueño de los Atlanta Hawks

Tony Ressler nació en 1960 en Estados Unidos, en el seno de una familia de clase media. Hijo de un abogado y excombatiente de la Segunda Guerra Mundial, creció con una fuerte ética de trabajo y una visión clara de superación. Se formó en Finanzas en la Universidad de Georgetown y luego obtuvo un MBA en Columbia Business School.

Su primera etapa profesional fue en Wall Street, donde aprendió a tomar decisiones complejas en contextos desafiantes. Luego de la caída de Drexel Burnham Lambert, cofundó Apollo Global Management, una firma de capital privado que lo posicionó como referente del sector. Más adelante, fundó Ares Management, diversificando sus inversiones en áreas como bienes raíces y tecnología.

En 2005, incursionó en el mundo del deporte al participar en la compra de los Milwaukee Brewers (MLB). Pero fue en 2015 cuando dio un gran paso al adquirir los Atlanta Hawks, franquicia de la NBA, por 730 millones de dólares. Desde entonces, se propuso modernizar tanto al equipo como su entorno, apostando a la inclusión, la infraestructura y la experiencia del público.

Patrimonio de Tony Ressler

Actualmente, la fortuna de Tony Ressler se estima en unos 12.500 millones de dólares. Pero lo que realmente resalta es cómo utiliza esa riqueza. En vez de quedarse con esas inmensas cantidades de dinero, el eligió destinar gran parte de sus recursos a causas sociales que impactan directamente en las comunidades más vulnerables.

Junto a su esposa, la actriz Jami Gertz, impulsa proyectos solidarios vinculados a la educación y al bienestar infantil. Entre ellos, destaca el campamento The Painted Turtle, que ofrece experiencias recreativas para chicos con enfermedades crónicas. También colaboran con iniciativas educativas que buscan reducir la desigualdad de oportunidades en barrios con menos recursos.

Mucho más allá del negocio deportivo, Ressler entendió que su rol como empresario también implica una responsabilidad social.