Camiones argentinos bajo la lupa: Sección 232 amenaza con nuevos aranceles en EEUU

El año pasado se han exportado a Estados Unidos (EEUU) vehículo y motores, situación puede variar en función de la investigación iniciada por el Departamento de Comercio de aquel país.

Puede variar la exportación de vehículo y motores a EE.UU. por investigación en aquel país

Puede variar la exportación de vehículo y motores a EE.UU. por investigación en aquel país

Ford, Nissan y John Deere exportaron vehículos y motores desde la Argentina hacia el mercado estadounidense en 2024. Una nueva investigación iniciada por el Departamento de Comercio bajo la Sección 232 podría derivar en aranceles que afecten su competitividad y pongan en riesgo futuras operaciones de exportación argentinas hacia el mercado norteamericano.

El pasado 22 de abril, el Departamento de Comercio de Estados Unidos inició una investigación formal para evaluar si las importaciones de camiones medianos y pesados, así como de sus partes y componentes, representan una amenaza para la seguridad nacional. Este proceso se desarrolla bajo la controvertida Sección 232 del Trade Expansion Act, la misma norma utilizada para imponer aranceles al acero y al aluminio, afectando gravemente el comercio internacional.

La medida podría tener consecuencias concretas para la industria exportadora argentina, en particular para tres empresas que en 2024 realizaron envíos a Estados Unidos de productos comprendidos en esta categoría: Ford Argentina, Nissan Argentina y John Deere Argentina.

Según datos oficiales del sistema Softrade, ambas automotrices exportaron pickups (clasificadas en la posición arancelaria NCM 8704.21), mientras que John Deere concretó operaciones de exportación de motores diésel (NCM 8408.20), insumos esenciales para camiones pesados.

Estas exportaciones, si bien en volúmenes aún reducidos, representan oportunidades estratégicas de inserción en un mercado altamente competitivo como el estadounidense.

Posibles limitaciones

De prosperar la investigación, el gobierno estadounidense podría imponer nuevos aranceles, cuotas o restricciones sobre estos productos, encareciendo el acceso al mercado y generando pérdidas de competitividad para las filiales argentinas de estas compañías.

El criterio legal invocado por EEUU se basa en la seguridad nacional, una noción que se interpreta de forma muy amplia e incluye no sólo consideraciones militares, sino también riesgos económicos vinculados al abastecimiento industrial. El Departamento de Comercio ha manifestado preocupación por la dependencia externa en la producción de camiones y partes clave, así como por los efectos de las prácticas comerciales desleales de algunos países.

Si bien Argentina no figura entre los grandes proveedores de este sector a EEUU, no se descarta que quede alcanzada si se aplican medidas de forma generalizada y sin distinción por país. Las consecuencias podrían traducirse en cancelación de contratos, redireccionamiento de inversiones y pérdida de empleos industriales en el país.

En un escenario global cada vez más incierto, donde el comercio internacional enfrenta crecientes restricciones, la anticipación y la estrategia son claves. Argentina debe prepararse para defender sus intereses incluso frente a medidas adoptadas por sus socios más relevantes.

Abogada, MBA, especialista estrategia y comercio internacional. Socia fundadora de MJE Comercio Exterior (Argentina) y MJE Global (USA).

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