23 de mayo 2025 - 16:02

Cuatro motores para el crecimiento económico

La estabilización es apenas el primer paso. Argentina necesita una estrategia de crecimiento basada en sectores con alto potencial innovador que puedan atraer inversión extranjera directa, generar empleo de calidad y aumentar las exportaciones.

Para capitalizar estas oportunidades, Argentina necesita un enfoque integral que simplifique el marco regulatorio, elimine barreras comerciales y genere confianza en los inversores.

Para capitalizar estas oportunidades, Argentina necesita un enfoque integral que simplifique el marco regulatorio, elimine barreras comerciales y genere confianza en los inversores.

La economía argentina inició una notable recuperación que pocos consideraban posible. Con la pobreza descendiendo del 52,9% al 38,1% en el 2do trimestre de 2024 (INDEC), el país comenzó un camino de estabilización. Este cambio, impulsado por las medidas de austeridad y prudencia macroeconómica de Javier Milei, debe aprovecharse para construir una economía basada en la innovación y el crecimiento.

Sin embargo, la estabilización es apenas el primer paso. Argentina necesita una estrategia de crecimiento basada en sectores con alto potencial innovador que puedan atraer inversión extranjera directa, generar empleo de calidad y aumentar las exportaciones.

Un reciente informe de la Fundación Internacional Bases y Somos Innovación titulado “Fomentar la innovación como motor del crecimiento económico en Argentina” identifica 4 sectores clave con alto potencial y relativa facilidad de implementación: agrotecnología, hidrógeno verde, producción de litio y productos de consumo innovadores.

Cuatro sectores clave para el despegue económico

Argentina posee un potencial extraordinario en 4 sectores que podrían convertirse en motores de crecimiento sostenible. Como 3er exportador mundial de alimentos, el país vio erosionada su posición en los mercados internacionales, con una participación que cayó del 2,7% al 2,2% en una década, víctima de políticas contraproducentes que penalizan al productor con retenciones, mientras el resto del mundo subsidia el agro. No obstante, ya existe un ecosistema de 165 empresas especializadas en agrotecnología que sólo esperan un marco propicio para desatar un boom de innovación.

Paralelamente, el territorio argentino ofrece condiciones ideales para la producción de energías renovables, especialmente en la Patagonia con sus vientos excepcionales y en el norte con su potencial solar, posicionando al país como un productor natural de hidrógeno verde, mercado que alcanzará los U$S 30.000 millones en 2030. Este potencial es reconocido internacionalmente con el compromiso europeo de 200 millones de euros y la inversión de Fortescue de 8.400 millones, aunque se requiere acelerar la implementación regulatoria para capitalizarlo.

El sector del litio experimenta su propia revolución con la implementación de la Extracción Directa de Litio (EDL), que reduce el consumo de agua en un 50% y acorta los ciclos productivos de 18 meses a sólo días. Proyectos como el de Rincón de Rio Tinto ya implementan sistemas que reciclan el 80% del agua utilizada, mientras se descubren nuevos depósitos de arcilla en San Juan y salmueras geotérmicas en La Rioja que podrían triplicar las reservas para 2035.

Complementariamente, la posición de Argentina como noveno productor mundial de tabaco podría transformarse en una plataforma para la fabricación de productos innovadores de nicotina, un mercado que se proyecta en U$S 63.000 millones para 2032, generando empleo de calidad y efectos multiplicadores en industrias relacionadas, aunque actualmente bloqueado por un marco regulatorio prohibicionista.

Poner los motores en marcha

Para capitalizar estas oportunidades, Argentina necesita un enfoque integral que simplifique el marco regulatorio, elimine barreras comerciales y genere confianza en los inversores. Esto implica reducir controles de capital, establecer incentivos fiscales para sectores clave y crear zonas que estimulen la concentración industrial. La mejora de infraestructuras y el fortalecimiento de acuerdos comerciales internacionales, particularmente con la UE y EEUU, complementarían estas reformas estructurales, creando un ecosistema propicio para la inversión extranjera directa.

Reformas proactivas pueden redefinir la trayectoria económica de Argentina. Los 4 sectores identificados representan oportunidades con un potencial verdaderamente transformador. La clave radica en terminar de abandonar el intervencionismo de décadas pasadas y permitir que el talento emprendedor, los recursos naturales y el capital humano cualificado que caracterizan al país florezcan en un entorno de libertad económica y seguridad jurídica.

Presidente de la Fundación Internacional Bases y CEO de Somos Innovación.

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