Una nueva opción habitacional comenzó a captar atención en el mercado inmobiliario argentino (a la vez que avanza la construcción industrializada). Se trata de las Casas Cápsula importadas desde China, estructuras modulares de diseño compacto y estilo futurista que prometen transformar el uso del espacio, tanto en entornos turísticos como en desarrollos urbanos no tradicionales.
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Llegó el futuro: cómo son las "Casas Cápsula" importadas de China, cuánto cuestan y por qué pueden cambiar la forma de vivir
Con diseño compacto y montaje exprés, estas unidades industrializadas apuntan al turismo, los refugios y nuevas formas de habitar. Cuánto valen.
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Llegó desde China. Estas viviendas se arman en pocos días, una apuesta al presente y futuro
Fabricadas con materiales de construcción de alta resistencia y pensadas para un montaje rápido, ofrecen una solución habitacional funcional, eficiente y adaptable.
Las unidades llegan al país desde Guangdong, un núcleo productivo del sur chino. Cada módulo se traslada en un contenedor especial llamado flat rack, que tiene un costo elevado: es aproximadamente tres veces más caro que un contenedor tradicional de 40 pies de tipo High Cube (HQ), que es el modelo cerrado y de mayor altura usado habitualmente para carga general.
"Luego, una vez que llegan al puerto argentino, las unidades se transportan por tierra en un carretón de piso deprimido, un tipo de camión diseñado para cargas de gran volumen o altura, que permite llevar las casas sin desmontarlas ni superar los límites reglamentarios de transporte. Nosotros contamos con la empresa de logística que resuelve esto , aunque también asesoramos al cliente para que lo haga por su cuenta”, explicó Guido Tizado, socio de Höli Haus, la firma que comercializa este tipo de viviendas innovadoras en Argentina.
Materiales y resistencia
La estructura principal está compuesta por acero galvanizado de alta resistencia, mientras que los revestimientos externos, puertas y ventanas utilizan aleación de aluminio carbonatado. Según Tizado, este diseño garantiza una durabilidad superior frente a la corrosión, la humedad y el desgaste, junto con cero mantenimiento: no presenta fisuras ni filtraciones, y su construcción actúa como barrera ante plagas o incendios.
Además, frente a fenómenos naturales como ciclones o movimientos sísmicos, estas cápsulas presentan un comportamiento estructural más robusto que el de las construcciones tradicionales en mampostería.
Aislación térmica y acústica
El confort térmico y la insonorización fueron dos ejes centrales del diseño. Las cápsulas incluyen doble vidrio hermético (DVH) en aberturas, puertas y tragaluces, lo que permite controlar las transferencias de calor y mejorar el rendimiento térmico en climas extremos. Al mismo tiempo, el DVH colabora con una aislación acústica eficiente, que las vuelve apropiadas incluso en entornos urbanos o ruidosos.
Cuentan con aislaciones en paredes y techos, y sistemas de climatización incorporados: doble aire acondicionado central, piso radiante eléctrico y cortinas black out con deslizamiento automático. Como opción adicional, se pueden solicitar con triple vidrio y caños calefaccionados para evitar el congelamiento del agua en zonas frías.
Costos y acceso
El precio de una cápsula de 40 metros cuadrados totalmente equipada es de u$s80.000 más IVA del 10,5%. Si bien Höli Haus no ofrece financiación directa, Tizado señaló que existen bancos de primera línea dispuestos a financiar al comprador final. En ese caso, las condiciones dependerán de cada entidad y del perfil crediticio del cliente.
A pesar de que los costos logísticos son elevados —el contenedor flat rack triplica el valor de uno estándar—, el principal desafío se encuentra en la carga impositiva y los trámites de homologación. Para su ingreso legal al país, deben cumplir con la certificación vigente del acero y otras normativas técnicas.
Montaje y preparación del terreno
La instalación se realiza en el sitio de destino. Cada unidad se transporta en forma de módulo completo y puede montarse con sólo dos operarios especializados, en un lapso de dos horas para una cápsula de entre 30 y 40 metros cuadrados.
En cuanto a la base, se requiere un terreno nivelado. “Pueden colocarse directamente sobre una superficie resistente, pero habitualmente se apoyan sobre dados de hormigón premoldeado para lograr una correcta nivelación y mejorar la visual hacia el entorno”, explicó Tizado. En terrenos con pendiente, se utilizan soportes metálicos que permiten ajustar la nivelación sin necesidad de obras complejas.
Servicios y conexiones
En materia de infraestructura, las cápsulas están preparadas para conectarse a los servicios esenciales:
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Agua potable: desde la red pública o tanque autónomo.
Electricidad: conexión a red de 220v con tablero interno ya instalado y protegido.
Desagües: bajantes incorporados, con conexión a red cloacal, pozo ciego o sistema de biodigestor, según ubicación.
Público objetivo y usos posibles
Por sus características de diseño compacto, movilidad y facilidad de instalación, estas viviendas se orientan a múltiples perfiles. “Son ideales para desarrollos turísticos, complejos de glamping, oficinas móviles, refugios de montaña o viviendas para parejas o micro-familias”, detalló Tizado.
También se adaptan a usos más técnicos o industriales como centros de monitoreo o alojamientos temporarios para proyectos de minería o energía. Refugios de montaña, entre otras opciones.
Evaluación técnica y urbanística
El arquitecto Germán Gómez Picasso, de Reporte Inmobiliario, analizó este modelo constructivo desde una mirada técnica y urbana. “En cuanto a eficiencia energética, son muy aptas: tienen paredes aisladas y DVH. Pero en cuanto al confort, sus superficies acotadas limitan los usos”, explicó.
A su vez, consideró que enfrentarán obstáculos normativos en las ciudades. “No creo que sea simple lograr los permisos en la mayoría de los distritos urbanos. Las normativas edilicias son tantas y tan rebuscadas que probablemente se encuentren con trabas”, dijo. Aunque planteó una observación crítica: “¿Cuántas casas en las ciudades del país tienen planos aprobados? No creo que lleguen al 50%”.
Gómez Picasso también subrayó que su diferenciación estética puede jugar a favor. “No creo que se integren armónicamente al tejido urbano, pero ese es su mayor potencial. ¿Quién dijo que una vivienda nueva debe parecerse a las demás?”, planteó. Y agregó: “Arquitectónicamente me parecen geniales, y resulta extraño que la humanidad haya esperado tantos siglos para desarrollar algo así”.
¿Pueden ayudar a reducir el déficit habitacional?
El déficit habitacional argentino supera los tres millones de viviendas, y aunque este tipo de soluciones no está pensada como respuesta masiva, podría aportar opciones. “Si se masifican, pueden ayudar. No van a superar en habitabilidad a una casa de 100 metros de buena arquitectura, pero sí a una casilla armada con materiales de descarte, como se ven en el conurbano”, señaló Gómez Picasso.
Desde el sestor sostienen que con los valores actuales para edificar no consideran que estas viviendas puedan reducir los costos de construcción, principalmente por la carga impositiva y el precio del transporte.
Gómez Picasso concluyó: "La salida será reducir impuestos o producirlas en el país. Arquitectónicamente me parecen geniales, y siempre me resultó extraño que la humanidad haya tardado tantos siglos en desarrollar algo así. Nunca entendí por qué las automotrices no hicieron antes este tipo de unidades”.
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