4 de julio 2025 - 11:23

El agro, industriales y exportadores alertan por el atraso cambiario y el encarecimiento relativo y exigen señales al BCU

Los distintos sectores productivos plantean medidas relacionadas a las tasas de interés y reclaman políticas para la competitividad.

El dólar acumuló una fuerte baja en el primer semestre y el atraso cambiario se hace sentir entre productores y exportadores.

El dólar acumuló una fuerte baja en el primer semestre y el atraso cambiario se hace sentir entre productores y exportadores.

Foto: Vecteezy

La sostenida baja del dólar en el mercado cambiario local durante el primer semestre reeditó la discusión sobre el tipo de cambio, con cuestionamientos por la existencia de un atraso cambiario y el encarecimiento en dólares de los costos en Uruguay, a lo que se agregan los recurrentes problemas de competitividad.

Puntualmente, el dólar se encuentra hoy en 40,037 pesos y acumula una depreciación del 9,14% en lo que va del año, siguiendo la tendencia internacional, lo que genera preocupación en el sector productivo y entre los exportadores por la baja de la rentabilidad.

El agro habla de un atraso cambiario “moderado” y al alza

El agro es una de las ramas más afectadas por esta situación e incluso desde algunos sectores apuntan por un “sobrecosto” de unos 1.000 millones de dólares durante los últimos tres años. En diálogo con Ámbito, el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Rafael Ferber, admitió que existe “un atraso cambiario moderado que empieza a crecer” y advirtió: “Estamos sufriendo un enfriamiento de la economía y perdiendo competitividad”.

Si bien se hizo eco de la baja global de la divisa estadounidense, sostuvo que “en la plaza local se siente” y, consultado por un tipo de cambio acorde a las expectativas del agro, aclaró: “No hablamos de un valor de dólar competitivo porque entendemos que es un número marketinero”. No obstante, admitió que existe “una cuestión psicológica si baja de 40 pesos”, pero aclaró que “no es una cuestión técnica”.

Al trazar el panorama del sector rural, Ferber explicó que “en Uruguay la moneda de la producción es el dólar y exportamos la gran mayoría de nuestros productos”, mientras sostuvo que “como tenemos un mercado interno chico, dependemos de ese valor para vender lo que produzcamos”.

Una baja más pronunciada que en el resto del mundo

Desde la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), la responsable de Asesoría Económica, Comunicación y Sostenibilidad, María Laura Rodríguez, le expresó a este medio que la baja del billete verde “siempre es una mala noticia para el sector exportador, porque es la moneda con la que percibe sus ingresos y luego tiene que cambiar a pesos para sus gastos, como tarifas públicas, salarios y combustibles”.

A su vez, puso el foco en el efecto acumulativo. “En 2022 hubo una caída bastante fuerte del tipo de cambio en Uruguay y quedamos con un escalón de desventaja con respecto a otros países”, planteó y repasó que eso genera “diferencia cambiaria y pérdida de competitividad, porque quedamos más caros con respecto al mundo en general”.

trump mercados super dolar

Para la referente de la UEU, la suba del dólar en 2024 “no logró compensar porque hubo subas parejas con otros países y quedamos con ese diferencial que no hemos logrado revertir”. A eso, le sumó la fuerte baja de junio. “Pasó otra vez que Uruguay tuvo una baja más pronunciada que los demás y quedamos rezagados con respecto a todos”, sostuvo y comparó: “Si bien con Brasil fue parejo, con el resto de los países la diferencia se agrandó. Desde Estados Unidos a China, Europa y países competidores nuestros como Nueva Zelanda y Australia”.

Las industrias apuntan a los bienes no transables

El director de estudios económicos de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Sebastián Pérez, coincidió en que “la debilidad del dólar está siendo un fenómeno global y Uruguay no puede escapar” e indicó que la consecuencia es que “genera es un encarecimiento en dólares de nuestros costos que no todos los sectores logran traspasar a precios y de alguna u otra forma afecta márgenes y rentabilidad”.

Para Pérez, más que atraso cambiario es “encarecimiento relativo del Uruguay” y aclaró que “no es algo actual, sino que se viene arrastrando desde hace tiempo”, tras lo cual consideró que la situación “demanda una atención especial para establecer reducciones de costos que permitan mantener la competitividad”.

Ante esta situación, el referente de la CIU propone “encarar con mayor profundidad la reducción de los precios de los bienes no transables” y graficó: “En lo que se comercia internacionalmente arbitran los precios internacionales y Uruguay es tomador de precios, pero donde hemos tenido un mayor desalineamiento y requiere un abordaje mucho más complejo es con los no transables”.

Las tasas de interés pueden contribuir a la apreciación cambiaria

Por otra parte, a días de una nueva reunión del Comité de Política Monetaria (Copom), desde el sector rural postulan que el Banco Central del Uruguay (BCU) envíe una señal contundente y proceda con una baja de las tasas de interés.

“Si tenemos una tasa de 9,25% y una inflación de menos de 5%, estamos hablando de casi 4, 5 puntos de distancia”, razonó Ferber al respecto y apuntó: “Precisamos pesos más baratos y por eso exigimos que baje ágilmente la Tasa de Política Monetaria (TPM) al 7,5%”. De cara a la cita del Copom del martes, pidió “una baja considerable, no de 25 puntos básicos”, que sirva como “una señal de apoyo al sector agroexportador”.

BCU Banco Central Del Uruguay

Por la UEU, Rodríguez consideró que la política monetaria del BCU "no está generando incentivos a que el dólar aumente, porque si la tasa de interés en pesos está alta, los incentivos están centrados en colocarse en pesos en detrimento de colocaciones en dólares", postulando que "hay un equilibrio a revisar entre el tipo de cambio y el objetivo de mantener una tasa de inflación baja".

Al brindar la mirada de los industriales, Pérez discrepó y sostuvo que centrarse en la TPM "es quitar el foco de lo principal" y apuntó que "Un recorte de un cuarto de punto o medio punto puede contribuir, pero el problema es estructural y va más allá del dólar en el corto plazo", para luego precisar: "Pedirle al BCU que se ocupe de esto, es apuntar equivocadamente a quién es responsable de estas cuestiones".

Límite a las exportaciones y riesgo para las empresas exportadoras

La responsable de asesoría económica de la UEU advirtió que la situación actual “limita el crecimiento de las exportaciones”, que cerró el primer semestre con una mejora del 4% y advirtió que “esto puede poner en riesgo la continuidad de empresas”.

“No hay un sector que esté más afectado que otro, porque depende de la estructura de cada empresas, sus costos en pesos, la espalda que tiene, los mercados que tiene y cuáles son sus precios internacionales”, apuntó Rodríguez y aclaró que ocurre “tanto con bienes como con servicios: cuanto más tenga consumos en pesos, más dificultades va a traer para sus cuentas”.

Medidas para ganar competitividad

Al poner el foco en la búsqueda de competitividad, Pérez indicó que “los principales costos en una industria son salarios, energía y materia prima”. Sobre este último punto, recordó que la CIU propuso medidas “para facilitar la importación y abaratar su costo”, mientras que, a poco de presentados los nuevos lineamientos salariales, pidió “que los costos no vayan por encima de lo que se puede pagar, porque si no dan los costos se ajusta por empleo, como pasó entre 2015 y 2019”.

A su vez, en materia de energía y combustibles, llamó a “seguir dando pasos para que los costos de producción o que asume y recibe la industria sean similares a los que reciben otros productores en el mundo”, para luego remarcar que hoy existe “una brecha importante”.

Por el lado del agro, Ferber instó a “reducir el déficit fiscal que hoy es grande y presiona a la baja el dólar en el mercado interno” y analizó: “Puede ser con una reducción o una mejora del gasto y, si no, hay que tomar más medidas para que se produzca más, como la apertura de más mercados”.

En esa línea, envió un mensaje al gobierno al exigir “que el foco no esté en la reducción de la jornada laboral y bajar la edad jubilatoria, porque esas medidas van en sentido contrario” y afirmó: “En la línea correcta iría sacar el impuesto del 0,25% para el LATU en productos como soja, arroz y leche, que recauda 16 millones de dólares al año”.

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