Como todos los años, la Sociedad de Productores Forestales (SPF) convocó a su “Desayuno Forestal”, donde se hace una actualización del panorama del sector y sus proyecciones a futuro, donde el secretario de Presidencia de la República, Alejandro Sánchez, redobló la apuesta sobre el potencial del área en tanto crecimiento de la economía; mientras que varios representantes plantearon algunos desafíos por superar.
La forestación pide más espacio y el gobierno dobla la apuesta
La Sociedad de Productores Forestales plantea subir la superficie de bosques de 1 millón a uno y medio. “¿Por qué no 2 millones?”, planteó Alejandro Sánchez.
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El sector forestal reclama mejores condiciones de negocio al gobierno.
La sala de conferencias del hotel Radisson estaba a tope con muchos industriales, productores y técnicos del sector, además de representantes políticos y de otros ámbitos. Allí, se presentó un estudio de Equipos sobre el amplio impacto socioeconómico de la cadena forestal maderera y luego un trabajo de la consultora Exante, que expuso la economista Florencia Carriquiry, sobre el potencial del desarrollo del sector forestal hacia 2030. Hoy en Uruguay hay algo más de un millón de hectáreas plantadas con montes de producción y la SPF plantea que es posible ir a más de 1,5 millones. Según el estudio, esto haría que el sector pasara de representar un 5,8% a un 8,5% del PIB.
Grande fue la sorpresa cuando, al cierre del evento, Sánchez tomó la palabra y dobló la apuesta. “¿Por qué no ir a 2 millones de hectáreas?”, planteó. “Obviamente, no es algo que se va a hacer de un año a otro, ni siquiera en un periodo de gobierno, pero es posible y -como sucede siempre en forestación- exige una mirada de largo plazo para desarrollar la infraestructura necesaria y trabajar los mercados”. Los asistentes sonreían entre sorprendidos y reconfortados.
El jerarca remarcó que la forestación sufre un problema de comunicación. “En la discusión pública, a veces parece que el Uruguay estuviera tapado de árboles, y en realidad ocupan sólo 7% de la superficie”, remarcó, haciéndose eco de un planteo clave de la SPF. A continuación, remarcó que “el gobierno va a mantener las reglas de juego para el sector forestal”, lo que despertó un cerrado aplauso.
Del dicho al hecho
El fuerte respaldo de Sánchez dejó a todos los integrantes del sector forestal reconfortados y hubo lugar a diversas interpretaciones. Algunos entendieron que el gobierno necesita asegurar la dinámica en un sector que ha sido clave como atractivo de las principales inversiones en la historia del país, como han sido las plantas de celulosa. “El gobierno ve que la economía necesita grandes proyectos para tomar impulso… para mí es claro que están visualizando una eventual cuarta planta”, dijo un asistente, en off.
Otros plantearon que lo de Sánchez también fue un mensaje a la interna. “Más allá de lo positivo de su planteo, lo cierto es que la superficie forestal está creciendo poco en los últimos años”, señaló un técnico de una de las principales empresas. En efecto, el vicepresidente de la SPF, Francisco Bonino, -con Sánchez al lado- remarcó que “estamos viviendo de los bosques que plantamos hasta 2005-2006; de ahí en adelante el aumento de la superficie forestal fue muy lento, se precisa aumentar”.
En este punto, Bonino reclamó la necesidad de agilizar los trámites burocráticos, especialmente los relacionados con ambiente, uso del suelo y energía eléctrica. “Las exigencias para acceder a la energía eléctrica para una nueva industria que quiere comenzar son complicadísimas”, remarcó. “También demora meses la re categorización de suelos rurales a industriales”, agregó.
Hace ya mucho tiempo que las empresas forestales reclaman que se racionalicen los requisitos ambientales para plantaciones de nuevos montes e incluso replantaciones. En el sector forestal, el avance genético es clave y luego de cosechado un monto, en todos los casos se plantan árboles nuevos -en la entrefila- con genética mejorada, que da mayores rendimientos.
“En campos que están plantados hace 25 años, nos piden un nuevo estudio de impacto ambiental”, se quejaba un ingeniero forestal, mientras levantaban las mesas. “En presidencia parecen estar enfocados en avanzar, pero en el Ministerio de Ambiente las trabas son permanentes”, agregó. Pocos jerarcas del ministerio estuvieron presentes, pero por un breve pasaje en el evento.
Por todo esto, Bonino reclamó una plataforma de impulso a la industria forestal. “No se piden subsidios sino racionalización y facilitación; todavía hay mucho para industrializar con la madera que ya tenemos”. En este plano, en el evento se destacaron las 3 nuevas plantas de tableros y madera aserrada (Lumin, Braspine y Urufor); además, en las últimas horas se dio a conocer el pedido de UPM para ampliar su producción en Fray Bentos de 1,3 a 1,5 millones de toneladas, sin necesidad de modificar los límites de los permisos ambientales vigentes. “Es una noticia importante”, remarcó un contador, asesor de empresas forestales hace años.
“Llega, además, justo cuando el gobierno quiere implementar el impuesto global, con las empresas de celulosa como potenciales aportantes… no creó que tuvieran dificultades en la autorización”, aseguró.
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