El nuevo embajador de Estados Unidos en Uruguay, Lou Rinaldi, afirmó que ambos países "son aliados naturales" y destacó que la relación bilateral puede profundizarse sobre la base de valores compartidos como "la libertad, la transparencia y el respeto por los contratos".
"Un socio confiable", Lou Rinaldi promete más comercio, inversiones y vuelos directos a Estados Unidos
El nuevo embajador uruguayo subrayó que el vínculo bilateral puede "dar un salto" y anticipó nuevas oportunidades comerciales.
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Lou Rinaldi sostuvo que Estados Unidos quiere “ser un socio confiable para Uruguay”.
La actividad contó con la presencia del presidente de la República, Yamandú Orsi, y estuvo marcada por un mensaje corto, emocional y poco tradicional para un embajador. Rinaldi agradeció expresamente a Trump por su designación: "Agradezco al presidente Trump por haber confiado en mí en esta misión, y agradezco también al pueblo de la República Oriental del Uruguay por la calidez con la que me ha recibido". Luego mencionó la ausencia de dos autoridades: "Tendrán algún evento muy importante. Mario Lubetkin me pidió disculpas por no estar aquí hoy, y Gabriel Oddone estará buscando dinero".
Aunque evitó profundizar en geopolítica o en la agenda bilateral formal, el diplomático aseguró que los dos países comparten "mucho más que relaciones diplomáticas", ya que los unen "valores profundos, la libertad, la democracia, la confianza en el individuo, el respeto a los derechos humanos y laborales, la transparencia, la solidez de las instituciones y el respeto a los contratos". Enfatizó además que "Estados Unidos es y quiere seguir siendo un socio confiable para el Uruguay", destacando su mercado como "el más grande y dinámico del planeta", con "un marco legal sólido, empresas innovadoras, mayor capital, más liquidez y menor riesgo cambiario".
Desde su mirada del sector privado aseguró que invertir en Estados Unidos "significa acceder a una economía abierta, prescindible y con oportunidades reales de crecimiento a lo largo plazo". También definió los ejes de su gestión diplomática: "fortalecer las relaciones bilaterales, promoviendo más comercio, inversión y innovación; apoyar a las empresas estadounidenses y uruguayas que buscan crecer juntas; avanzar en temas de seguridad y hacer el puerto más moderno, clave para un país más competitivo y, finalmente, mejorar la conectividad entre nuestras naciones, incluyendo lograr más vuelos directos para facilitar los negocios y el turismo".
El embajador se refirió luego a una visión compartida con el gobierno uruguayo respecto al clima de negocios. "Queremos colaborar en iniciativas que eliminen trabas innecesarias y hacen más flexibles las regulaciones para que las empresas puedan desarrollarse de forma exitosa. Transformación a la que Uruguay apuesta", afirmó.
Rinaldi cerró su mensaje subrayando afinidades políticas y culturales: "Vivimos tiempos complejos en el mundo, pero en medio de la incertidumbre, Estados Unidos y Uruguay siguen siendo aliados naturales. Dos democracias sólidas, abiertas, transparentes y con una misma fe, en la libertad y en el trabajo honesto". Lo hizo antes de rematar con énfasis: "Dios bendiga al Uruguay y a los Estados Unidos de América".
Una historia de vida
A diferencia de la mayoría de los embajadores estadounidenses, la historia de Rinaldi tiene una raíz personal profunda en Uruguay. Nació en Italia, llegó al país a los tres años, cursó la escuela y el liceo aquí, y se mudó a Estados Unidos recién a los 17. En la charla, relató cómo conoció a Trump: fue "siendo empresario", un día "en un campo de golf", donde se hicieron "muy amigos".
El auditorio, en el que estaban las ministras del (MTOP), Sandra Etcheverry y del MIEM, Fernanda Cardona, el excanciller Omar Paganini, Alejandro Ruibal y representantes de CUTI, escuchó en detalle una de las anécdotas que más llamó la atención. Según narró Rinaldi: "Un día aparece, terminamos con el golpe, y me aparece con un cartel grandote, buscando, me dice, elegí un país, y bueno, me puse a buscar Uruguay. Y miró y dijo, bueno, sí, ¿Dónde está? Uruguay estaba bajo Oriental República del Uruguay. No estaba bajo República Oriental del Uruguay o Uruguay. Oriental República del Uruguay, estaba escrito en el papel. Y me elegí el país de ahí, es un honor para mí volver a Uruguay".
También contó que le dijo a Trump: "La única razón que le doy la mano es porque nacimos el mismo día". Consultado luego sobre las similitudes entre ambos países, respondió sin titubear: "Son iguales. Para mí, Uruguay y Estados Unidos, para mí son los mismos, son dos amigos. Así que los tengo a los dos. Estados Unidos es el país más oportuno. Hay más oportunidades en negocios, en inversiones. Un país grande. Uruguay es el país más chico, el país chico más grande del mundo que he visto, porque está en todos lados".
Las nuevas propuestas de Rinaldi
En medio de su exposición, felicitó espontáneamente al país por la novedad del día: "Felicitaciones. He oído la noticia que Uruguay entró en el TPP. ¿Puede ser algo así? ¿Puede ser? Es divino. La verdad, hermoso. Felicitaciones. Fue muy bueno", celebró, aludiendo a la adhesión al Tratado Transpacífico.
Rinaldi también adelantó cuáles son sus principales aspiraciones como embajador: "Primeramente me gustaría la visa waiver”, expresó, aludiendo al programa de exención de visas para uruguayos, "ver si lo podemos hacer para que los uruguayos viajen sin problema". Luego añadió: "También aerolíneas directas, y que los dos países trabajen juntos en inversiones".
Al finalizar el evento, Rinaldi y Orsi se quedaron conversando en privado durante algunos minutos, intercambiaron comentarios al oído, y sellaron el encuentro con un apretón de manos y un abrazo, en un gesto que no pasó desapercibido para los empresarios presentes.


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