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Pareciera que finalmente empezó el estallido
Pero esto son sólo excusas, el fondo del problema es el aumento de la presión total del Estado argentino que quita recursos al mercado por vía impositiva, inflacionaria -exagerada emisión monetaria- y endeudamiento/altas tasas en un entorno de altísima regulación estatal que mantiene al mercado encorsetado.
Hoy el Indec dará a conocer el índice de actividad industrial de mayo, pero estimaciones privadas ya anticipan una contracción. Según Orlando Ferreres & Asociados, se produjo la contracción de 3,3% interanual en mayo y con una merma mensual desestacionalizada de 0,8%, y estiman que la industria podría finalizar el año en positivo porque los primeros meses fueron buenos. Demasiado optimistas con poco fundamento en mi opinión.
Así las cosas, hay analistas que opinan que así como se está pinchando la burbuja de la Bolsa, la próxima en estallar es la de la construcción al punto que algunos aseguran que "los que compraron inmuebles con crédito UVA no son propietarios, ni inquilinos, son deudores en riesgo de default".
El año pasado, según el Indec, la construcción venía creciendo a un ritmo que supera el 10% interanual, básicamente debido a créditos artificialmente apalancados desde el Estado. Así, el Gobierno forzó la demanda de construcción por encima de lo que sucedería naturalmente. En 2004, con u$s1.000 se compraban 0,85 m², y antes de la reciente "crisis cambiaria" sólo 0,3 m² cuando la rentabilidad neta de un alquiler rondaba el 4%, la mitad de lo que se obtenía hace de 10 años. La baja rentabilidad, en definitiva, se explica porque los precios de las propiedades -el capital invertido- están exagerados.
Y, todavía, en lo que va de 2018, la rentabilidad en dólares de los alquileres en CABA cayó 10%, según la consultora Oikos. En mayo, el Índice de rentabilidad del IPA (rentabilidad anual en dólares) cayó 4,4%. Hoy cualquier inversión conservadora rinde notoriamente más. Obviamente esto no puede sostenerse y, como difícilmente aumenten los alquileres dado que el retraso de los sueldos no lo permite, es esperable que caiga fuertemente el precio de las propiedades medido en dólares. Y así, con muchas otras actividades. De modo que más que recesión, quizás veamos una importante y sostenida caída de la economía en general.
(*) Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California.
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